Lo anterior, al ser entrevistado sobre la reunión que Salvador Rangel Mendoza, obispo de la Diocésis de Chilpancingo-Chilapa, en el estado de Guerrero, dijo haber tenido con líderes del crimen organizado en esa entidad, quienes le prometieron ya no atentar contra la vida de candidatos y dirigentes de partidos políticos.
Indicó que se agradece la acción por parte del prelado, “pero también es un hecho que la Iglesia no debe tener participación en los temas electorales".
Reiteró que “la seguridad depende estrictamente del gobierno federal y de los gobiernos de los estados, hay una coordinación que se sigue a través de la Secretaría de Gobernación (Segob), es la que tiene que responder por la seguridad en el desahogo del proceso electoral, pero también de la seguridad de los candidatos cuando los candidatos la soliciten”.
Baños recordó que la seguridad para los candidatos es una petición expresa de éstos ante el INE, instituto que la turna a la Segob, dependencia que se encargará de dar esta garantía, y aclaró que hasta el momento no se ha recibido este tipo de solicitudes.
“Las campañas empezaron apenas el viernes (30 de marzo) y no hemos recibido todavía ninguna solicitud de seguridad, pero lo más seguro es que aparezcan ya en breve esas solicitudes y que las turnemos de inmediato”, precisó.
Recordó que en las calles hay 38 mil personas que realizan ya acciones electorales como las visitas domiciliarias, y que no han recibido de manera concreta del estado de Guerrero ninguna alarma, y confió en que todo lo que hagan las instituciones en México sea para bien.
Respecto a qué objeto tendría el mencionado encuentro entre sacerdote y líderes del crimen organizado, el consejero del INE dijo desconocer su propósito, pudo haber sido por asuntos morales, espirituales, "pero de ahí afuera no sé qué más haya hecho”, y refrendó que la seguridad de los candidatos corresponde a las autoridades civiles competentes.
Subrayó que los acuerdos con el crimen organizado son ilegales y no deberían suceder, y afirmó que al INE le interesa que el desahogo del proceso sea correcto, que haya condiciones adecuadas para que los funcionarios de casilla cumplan con sus actividades y que los candidatos puedan hacer campaña en condiciones de equidad, así como de paz pública.
Al recordar los lamentables hechos de violencia en contra de candidatos, dijo que “esa parte al INE le preocupa mucho, el INE no quiere violencia en las calles, quiere paz pública y quiere obviamente un proceso electoral tranquilo, pacífico, donde el voto se respete y donde quienes ganen sean los que obtienen la mayoría de votos”.
Sobre el tema del robo de dos camionetas del INE en Michoacán, indicó que es un hecho marginal y que no ocurre con frecuencia y existen los mecanismos para recuperar unidades en caso de que suceda algo similar de nuevo; “los convenios que traemos con Seguridad Pública nos van a ayudar para proteger a nuestro personal en la calle”, concluyó.