Anunció el cierre de la campaña de recaudación de fondos para Notre-Dame, a casi un mes del incendio que destruyó sus agujas y su techo, tras recibir 218 millones de euros en 224 mil 600 donaciones, indicaron fuentes locales.
"Hay que ser razonable, hay que saber cuándo parar", dijo, y saludó esta movilización "histórica" por Notre-Dame, para lograr una recaudación que según él, debería sumar 900 millones. "Hay muchos donantes pequeños y deben ser atendidos primero", abogó.
El presidente de la Fundación hizo un llamado para aprovechar el "mensaje detrás de la tragedia de Notre-Dame" y la "toma de conciencia de que el patrimonio en general está mal cuidado y es frágil", con el fin de ponerlo a salvo.
En caso de excedentes, "las grandes fortunas están abiertas a la idea de reasignar sus donaciones porque, por supuesto, no quieren pagar dinero que no será utilizado", explicó Poitrinal. "Es algo que practicamos en muchos proyectos. No hay desvío, sino que se realiza en consulta con los principales donantes".
La Fundación del Patrimonio, una de las cuatro instituciones seleccionadas para la recaudación de fondos, tiene previsto lanzar mañana martes una nueva campaña para la restauración de dos mil 800 sitios amenazados en toda Francia, por lo que fue titulada "¡Nunca más!".
Como ejemplos, Poitrinal indicó que "me gustaría mucho que pudiéramos poner al resguardo el armazón del Monte Saint-Michel o la casa de Pierre Loti, que está cerrada desde hace 15 años".
"En la misión Bern (de Stéphane Bern, especialista en patrimonio), identificamos la necesidad de invertir dos mil millones de euros en el patrimonio francés en peligro, es decir, edificios que se derrumban, puentes cerrados al público, teatros, museos municipales e iglesias" que están en ruinas, enfatizó Poitrinal.
"Puede ser desde monumentos a los muertos, locomotoras de interés patrimonial, los faros que están cayendo al mar, hay de todo", añadió.
Esto ocurre en momentos que los diputados franceses aprobaron un controvertido proyecto de ley para regular la restauración de Notre-Dame, puesto que prevé cancelaciones a las reglas de urbanismo para poder respetar la agenda deseada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron.