"Les agradezco cómo han puesto el hombro a semejante depreciación del tipo de cambio”, afirmó el mandatario en una sorpresiva entrevista radial en la que se refirió a la devaluación del 120 por ciento registrada este año por el peso.
Macri explicó que el alza del dólar “trajo un rebote de la inflación nos pega a todos, sobre todo a los que menos tienen, sé que es enorme el esfuerzo que están haciendo".
El gobierno había previsto para este año una inflación del 15 por ciento, pero ahora las expectativas son del 50 por ciento, lo que ya mermó el poder adquisitivo de los trabajadores y aumentó la pobreza al 27 por ciento, aunque en los próximos meses este indicador será todavía mayor.
A sabiendas de que su popularidad ronda el 30 por ciento, el nivel más bajo desde que asumió como presidente en diciembre de 2015, Macri trató de justificar la crisis a partir de factores externos y no de decisiones de su gestión.
“Estamos viviendo un proceso donde se nos cortó el crédito con el mundo a los países emergentes y Argentina era el que más ‘mangaba’ (pedía prestado) para tapar el agujero fiscal”, dijo.
Al mismo tiempo, agregó, “nos agarró la peor sequía de la historia” y después vino el escándalo de corrupción que se destapó gracias a la aparición de unos cuadernos en los que un chofer de un ex funcionario del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anotaba el reparto de millonarios sobornos.
Macri afirmó que es bueno que se haya develado este mecanismo de corrupción que ya permitió la detención y procesamiento de decenas de empresarios y ex funcionarios, aunque reconoció que “en el corto plazo complicó el financiamiento externo" por la desconfianza generada en los inversores.
Después de reconocer el impacto de la crisis, el presidente señaló que le gustaría que la recuperación fuera más rápida “pero las cosas en serio, las que cuestan, no se hacen de un día para el otro".