"Estamos en contra de que fuerzas externas interfieran en los asuntos internos de Venezuela, en contra de que el problema de la denominada ayuda humanitaria sea utilizado con un trasfondo político que lleve a la desestabilización de la situación en esa nación”, informó el vocero de la cancillería, Lu Kang.
La situación dentro y fuera de Venezuela es inestable, incluso turbulenta, lo cual no es bueno para ninguna de las partes, indicó Lu tras los enfrentamientos del sábado entre la policía venezolana y manifestantes que buscaban llevar ayuda humanitaria a ese país.
Llamó a la comunidad internacional a respetar “los principios básicos de las relaciones internacionales” y tomar “acciones que realmente conduzcan a la estabilidad del país, a su desarrollo económico y a la mejora de la vida del pueblo”.
“China espera que la comunidad internacional muestre respeto por la soberanía de Venezuela y le brinde asistencia constructiva", subrayó Lu en un comunicado divulgado por la agencia oficial de noticias china Xinhua.
“Una vez más hacemos un llamado al gobierno y a la oposición de Venezuela para que busquen soluciones políticas a través del diálogo y la consulta en el marco de la Constitución y las leyes”, dijo.
La oposición venezolana, que no reconoce el nuevo mandato que juró Nicolás Maduro el pasado 10 de enero, asegura que el país atraviesa una "emergencia humanitaria compleja" y ha pedido ayuda a la comunidad internacional para atenderla.
Sin embargo, el gobierno de Maduro se ha negado a aceptar esta ayuda por considerar que se trata de un “show político” y puede dar paso a una invasión extranjera, en particular de Estados Unidos.