La feria, organizada por el Bazar Vegano y Artesanal, reúne a más de 80 expositores que además venden hamburguesas, hot dogs, tostadas, enchiladas y aguas de sabor.
La avena, la soya y el trigo se confunden con los sabores que ofrece la carne que de manera tradicional se utiliza para preparar platillos tradicionales.
Después de comer tlayudas y setas al pibil, la familia Sosa Rayón, que acudió a la feria para acompañar a su hija mayor que es vegetariana, afirmó que el sabor es muy similar a la cocina tradicional, por ello disfrutan y entienden la convicción de su primogénita.
Ana María Rayón, explicó que en casa preparan platillos con vegetales que pueden ser consumidos por todos como tacos dorados de papa, tortitas de espinaca, arroz con verdura o sopa de verduras, toda vez que son ricos en nutrientes más allá de la filosofía del veganismo.
“La feria nos invita a reflexionar sobre la necesidad de la carne en la dieta, si realmente es tan importante y saludable para nuestro organismo”, aseveró.
Por otro lado, Alejandra Jaimes, quien es vegetariana, expuso que para disfrutar la comida vegana es muy importante la preparación y el sazón.
Respecto a la facilidad para adquirir y consumir comida vegana, aseveró que “existen muchos locales, sobre todo en la Zona Rosa, en la colonia Roma y en la Condesa que ofrecen alternativas, además de personas que comercializan sus productos en redes sociales, algunos incluso los dejan a la puerta de tu casa”.
“La gente piensa que ser vegano es muy caro pero no es así, es comida muy económica y flexible, toda vez que puedes prepararla para toda la semana”.
La responsable del local “Tacoqueto”, Nery Álvarez, explicó que los tacos y tamales que venden, elaborados con soya y aceite de coco, tienen muy buena aceptación, aunque reconoció que algunas personas no se animan aprobarlos.
En tanto, el visitante José Luis Mayo Vázquez afirmó que se acercó a la feria para buscar algo de comer, sin embargo, ningún sabor lo convenció y afirmó contundente que “lo mío es la carne, no le encuentro sabor a esto”.
En entrevista para Notimex, uno de los organizadores del evento, Fidel Hernández, expuso que en los tres días de exhibición, la feria ha reunido a casi 15 mil personas, lo que representa un incremento significativo, ya que en la primera reunión, hace tres años, apenas hubo cinco mil asistentes, aunque dijo que desconoce la derrama económica que dejará el evento.
Aunque no precisó las fechas, explicó que la feria se volverá a montar los meses de abril y mayo con una exposición de productos orgánicos especializados para el cuidado personal de las mujeres.
Declaró que además de la soya, los vegetarianos actualmente tienen otras opciones como la avena, los hongos, la berenjena y el seitán que es un preparado alimenticio a base de gluten de trigo, para sustituir la carne, toda vez que su apariencia y textura es muy parecida.
Abundó que en la feria también se pueden encontrar artículos como zapatos que son elaborados con fibras naturales elaboradas con cáscara de piña o en su defecto con fibras artificiales que evitan el uso de pieles animales.
De acuerdo con Fidel Hernández, la principal difusión de la feria ha sido en medios de comunicación pero sobre todo en redes sociales, lo que ha permitido que crezca la afluencia.
“Cada vez existen más familias interesadas en el tema de la cultura y de la postura ética del veganismo y eso lo podemos ver en la asistencia”, enfatizó.
Dijo que los asistentes que se acercan por primera vez a la comida vegana reaccionan de diferente manera al saborear los platillos “algunos le encuentran el parecido a la carne animal y les gusta pero otros prefieren los productos tradicionales”.
La feria, resaltó, es una muestra de que “no es necesario utilizar derivados de los animales para preparar la comida tal como acostumbremos.
“Algunos piensan que los vegetarianos sólo consumen ensaladas, pero al acudir a la feria descubren que cualquier platillo se puede preparar sin la necesidad de consumir cárnicos”.
La feria concluirá a las 19:00 horas de este domingo en el Monumento a la Madre, ubicado en James E. Sullivan y Serapio Rendón, en la colonia San Rafael.