Tres atacantes suicidas detonaron sus cinturones explosivos en un mercado de la ciudad de Al Suwaida y minutos después otro kamikaze se inmoló a unos 200 metros, mientras otras explosiones se produjeron en localidades al norte y este de esa ciudad, en concreto en Al Mutna, Duma, Taima y Al Shabki.
Entre las víctimas mortales figuran 94 miembros de las fuerzas del régimen sirio y 62 civiles, incluidos nueve mujeres y un niño, según el balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres pero que cuenta con una amplia red de activistas en esta nación.
En un comunicado, el Estado Islámico aseguró que “soldados del califato” atacaron posiciones de seguridad y blancos del gobierno sirio en la ciudad de Al Suwaida, capital de la provincia con el mismo nombre.
Según el OSDH, violentos enfrentamientos se están desarrollando al norte de Al Suwaida, tras los ataques del EI a varias localidades y después de que se hizo con el control de las poblaciones de Al Mutna, Duma, Al Shabki, Al Shurahi y Tel al Basir.
Las fuerzas del régimen del presidente Bashar al Assad están intentado recuperar el dominio de esos pueblos con bombardeos en la zona.
La agencia local de noticias SANA considera que los atentados de este miércoles pretendían “disminuir la presión militar” del ejército contra los últimos yihadistas que “serán abatidos en la provincia de Deraa”.
En las últimas semanas, el régimen sirio y su aliado Rusia han implementado una ofensiva para barrer a los rebeldes de las zonas que controlaban en el suroeste del país.
La provincia de Al Suwaida había quedado, hasta ahora, al margen de los horrores de la guerra que han sacudido a la mayoría de las poblaciones de esta nación árabe desde que comenzó el conflicto interno en marzo de 2011.
Según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, los ataques del EI de este miércoles son los más sangrientos de los últimos meses en Siria, donde el grupo yihadista no deja de padecer derrotas y controla menos de un tres por ciento del territorio.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto que ha dejado más de 510 mil muertos, más de dos millones de heridos y cerca de 12 millones de desplazados internos y refugiados en otros países, de acuerdo con cifras del OSDH.