Trascendió que Viana estaba esperando un taxi frente a su casa en Jacarepaguá, un barrio al oeste de Río de Janeiro. De repente, un hombre se le acercó y se sentó a su lado con el pretexto de preguntarle la hora, pero parecía extraño y lo alertaron, reseñó el portal deportivo MMAJunkie.
Como el tema no se eliminó, la peleadora que guardó su teléfono celular. En ese momento el hombre le dijo: “dame tu teléfono. Intenta no reaccionar porque estoy armado".
Luego, sacó la supuesta arma y la puso a un lado del cuerpo. Viana se dio cuenta de que era demasiado suave para ser un arma real, así que me arriesgué.
Según el medio digital, Polyana se puso de pie, lanzó dos golpes y una patada. El chico cayó y ella lo atrapó con una llave, lo sentó y lo sometió hasta que llegó la policía. La peleadora se dio cuenta de que el asaltante no llevaba un arma, ya que solo era un cartón recortado en forma de pistola.
Cuando llegaron los hombres de uniforme, llevaron al sujeto al hospital para atender sus heridas, a pesar de que eran algunos goles, Polyana lo dejó muy mal.
Cuando presentó su queja, la atleta dijo que el agresor le pidió que lo dejara ir, a lo que ella respondió que llamaría a la policía. El sujeto dijo que sí, que era mejor llamar a la policía, porque tal vez temía que la deportista tuviera que volver a golpear.