En la pelea coestelar de la velada que se realizó en la Yokohama Arena, el “Látigo” Rosales, único de los dos que aspiraba al cetro luego de que el nipón fallara en la báscula, también terminó con el invicto del excampeón.
Tras perder el título en la ceremonia de pesaje y del desgaste físico que sufrió en busca de marcar las 112 libras, Higa llegó disminuido a la pelea, lo que aprovechó Rosales para castigarlo a lo largo de nueve episodios, hasta que el japonés no pudo más.
Rosales, primo del ex monarca Román “Chocolatito” González, dominó desde el primer asalto al japonés, al que golpeó una y otra vez, y aunque Higa intentó en algunos momentos reaccionar, la velocidad y fortaleza del centroamericano fueron letales.
Para el sexto giro las huellas de la batalla ya se reflejaban en el rostro de Higa, obligado a la reacción al estar abajo en dos de las tarjetas al término del octavo, pero ante la superioridad de Rosales la esquina de Higa decidió abandonar para la coronación del nuevo monarca mundial.
Higa, quien había noqueado a todos sus rivales en sus primeras 15 peleas como profesional, perdió el invicto y el título, mientras que Rosales, campeón mundial número 13 en la historia de su país, mejoró su registro profesional a 28-3, 19 por la vía rápida.
En el pleito estelar de la velada, el local Ryota Murata consumó la primera defensa del cetro mediano de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al noquear en el octavo round al italiano Emanuel Blandamura.
Desde el primer round Murata puso en malas condiciones a Blandamura, pero fue en el octavo cuando lo mandó a la lona con un letal derechazo, y aunque se puso de pie el réferi decretó el final de la pelea y la primera defensa del nipón.