Lisboa, 17 ago (EFE).- Portugal entrará en una ola de calor a partir del 20 de agosto que se extenderá hasta finales de septiembre y que ocasionará temperaturas hasta un 60 % por encima de las registradas en el mismo periodo en años anteriores.
"Vamos a entrar en una tercera ola de calor a partir del día 20 que se va prolongar por septiembre. Por lo tanto, en septiembre vamos a tener un tiempo, en general, más caliente que los septiembres anteriores, entre un 50% y 60%, y más seco, entre un 40% y 50 %", anunció hoy el ministro de Administración Interna luso, José Luís Carneiro.
El ministro, quien reconoció que no pueden "excluir" la posibilidad de declarar la alerta, realizó estas afirmaciones a periodistas tras una reunión celebrada con el presidente del Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA), Miguel Miranda.
Precisó que esta tercera ola no será "más crítica" que la registrada en julio, la segunda que registró el país este año, que alcanzó picos de 47 grados.
Sin embargo, insistió en que no se puede "bajar la guardia", ya que las temperaturas dificultarán las tareas de combate a los incendios que afectan al país.
Portugal continental sufre desde hace más de un mes una ola de incendios rurales que no da tregua a las autoridades, que deben contrarrestar además los efectos de una climatología adversa.
El informe más reciente del Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF, por sus siglas en portugués) recoge que este año, hasta el 31 de julio, los incendios calcinaron 58.354 hectáreas de masa forestal.
El área quemada es un 59 % mayor que la medida anual de los diez años anteriores.
El parque natural de Serra da Estrela, en el centro del país, registra uno de los mayores incendios de los últimos cinco años, que ya ha calcinado cerca de 24.000 hectáreas desde el pasado 6 de agosto, según cifras provisionales.
Cuestionado por el combate a esta ocurrencia, el ministro alegó que en Serra da Estrela "están reunidas todas las variables de mayor complejidad" para apagarlo, que son la temperatura, la orografía y los vientos, aunque defendió que están disponibles los medios para combatirlo.