Unos 300 policías, soldados, bomberos y voluntarios remueven las rocas, lodo y tierra que cayeron sobre un edificio y otras viviendas del municipio de Itogon, Benguet, donde más de un centenar de personas se refugiaron de los fuertes vientos y lluvias torrenciales de Mangkkut.
El alcalde de Itogon, Victorio Palangdan, informó este lunes que en el punto más álgido del embate del tifón, la tarde del sábado pasado, decenas de personas, en su mayoría mineros y sus familias, ingresaron a un viejo edificio de tres pisos, convertido en capilla en el pueblo de Ucab, sin pensar lo que les venía.
En declaraciones a la prensa, el funcionario explicó que el edificio, un antiguo barracón minero que había sido convertido en capilla, se borró cuando se derrumbó parte de la ladera de una montaña. Tres aldeanos que lograron escapar avisaron a las autoridades lo que sucedió.
"Pensaron que estaban realmente seguros allí", agregó el alcalde, expresando su tristeza por los aldeanos de la zona minera, ubicada en región de Cordillera norte, según reporte de la edición electrónica del diario Philstar.
De acuerdo con los reportes oficiales preliminares, al menos 50 derrumbes, provocados por las fuertes lluvias del tifón Mangkhut, se registraron en el extremo norte Filipinas, dejando a decenas de personas atrapadas.
La Policía confirmó que 55 personas, seis de ellos niños, fueron reportadas como desaparecidas por el deslave registrado al lado de la capilla y otros edificios cercanos, que quedaron bajo toneladas de tierra y rocas, aunque se estima que más de un centenar quedaron atrapados.
Residentes y familiares que buscan a sus parientes desaparecidos entre escombros y casas destruidas en el sitio de un deslizamiento de tierra, afirman que más de 120 trabajadores de una mina clandestina en la zona se habían refugiado en la capilla, ante la amenaza de derrumbes a su interior.
Ante el accidente y la posibilidad de que se registren más deslaves, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Roy Cimatu, ordenó este lunes la suspensión de labores en todas las minas en la región de Cordillera, donde se registraron 24 de los más de 60 decesos que dejó Mangkhut.
En una conferencia de prensa, el Secretario dijo que elementos del Ejército y la Policía serían desplegados para hacer cumplir la prohibición y evitar tragedias mayores a las de Itogon.
El súper tifón tocó tierra el sábado pasado en Itogon con vientos de más de 205 kilómetros por hora (km/h) y ráfagas de hasta 305 km/h, afectando a cerca de cinco millones de filipinos, que fueron trasladados a más de 150 mil refugios.
Mangkhut, conocido en Filipinas como Ompong, destruyó cultivos de arroz y maíz por un valor estimado en 177 millones de dólares y dañó 450 viviendas en nueve provincias del extremo norte, según estimaciones de las autoridades.
Harry Roque, portavoz de la Presidencia, confirmó esta mañana que hasta el domingo por la noche, se habían recuperado 43 cadáveres del sitio de derrumbes, una persona con vida, aunque al menos 30 seguían desaparecidos.
Mangkhut se degrado esta mañana a tormenta tropical, después de azotar la víspera Hong Kong y partes del sur de China, donde se reporta la muerte de al menos cuatro personas, unos 200 heridos y millones de afectados.