La Habana, septiembre (SEMlac).- (depositphotos) En La Guardería de Patricia, como se da a conocer en redes sociales y páginas de anuncios, "los animales se cuidan en convivencia con la familia, sin jaulas ni perreras, justo como en su hogar"; se respetan los horarios y rutinas de las mascotas, sus actividades cotidianas, la dieta que habitualmente tienen, entre otras particularidades.
Este tipo de negocio no abunda en La Habana, lo sabe Patricia Cernuda Bonnin, impulsora de este emprendimiento junto a su esposo. La cubana de 41 años y bióloga de profesión ha convertido su amor por los animales y la naturaleza en una vocación que se expresa en el activismo animalista y el emprendimiento.
"Funcionamos las 24 horas del día, los animales se quedan por varios días, incluso por meses. La política que tenemos es que sea justo como en su hogar, que la mascota no sienta que está aislada en un refugio. Ofrecemos el servicio de cocinarles la comida, baño, paseo diario, compañía y todas las actividades que habitualmente hace con su cuidador", cuenta Cernuda Bonnin a SEMlac.
La migración, la posibilidad de viajar o vacacionar de algunas personas ha abierto un mercado para este tipo de negocio en Cuba. En La Guardería de Patricia también se reciben, de ser posible, animales rescatados y que necesiten cuidado posoperatorio.
Mucho antes de que se concretara, la idea de este negocio era un sueño permanente para Patricia, pero por más de una década priorizó el cuidado de sus tres hijos.
En busca de balance entre cuidado familiar y estabilidad económica tuvo una guardería infantil, hasta que la pandemia de covid-19 la impulsó a dar el paso y poner en práctica los aprendizajes adquiridos como protectora de animales e integrante de la reconocida organización Cubanos en defensa de los animales (CeDa).
Para ella, el activismo y las organizaciones de protección animal tienen un importante rol social y también tributan a quienes poseen un negocio relacionado con este mundo.
"El voluntariado me ha aportado conocimientos elementales del cuidado veterinario, de lo que es bienestar animal, al rescatarlos, atenderlos y darlos en adopción. En CeDa he aprendido a trabajar en equipo, he visto todo lo bueno que somos capaces de hacer y lograr cuando se lucha por un bien superior", afirma la emprendedora cubana.
¿Qué requerimientos y procedimientos tienen en la guardería?
Hay que tener, además de la vocación, ciertas condiciones en el hogar como el espacio, la higiene, etcétera. Para mí es vital siempre querer que las mascotas estén en las mejores condiciones, es vital que no solo te preocupe su bienestar físico y su salud, sino también su bienestar emocional.
El principal requerimiento que tengo es la salud de la mascota, debe estar desparasitada y vacunada. Intentamos que exista el menor riesgo posible de que se enfermen o vengan enfermas de su casa. Si se diera el caso de que se enfermara durante el cuidado, nosotros brindamos el servicio de llevarla al veterinario, pero siempre tratando de que esto no suceda pues, en realidad, la persona más adecuada es su dueño.
También acepto, con determinada regularidad, algún perrito rescatado que una persona quiere adoptar. Estos animales no llegan con las mismas condiciones de salud y necesitan otro tipo de atención. Por mi experiencia como voluntaria puedo manejar de una manera más adecuada este tipo de casos, pero siempre requieren de atención con un médico veterinario.
El otro requerimiento es que los dueños tienen que traer todos los artículos personales de la mascota, incluyendo la comida. ¿Por qué? Porque todas las mascotas no tienen las mismas necesidades alimentarias, ni los mismos gustos, hay una gran variedad de formas en las se alimentan. No hacer cambios bruscos en su vida diaria incluye que tampoco haya grandes cambios en su dieta.
Aquí va a tener su cama, su trapito con el mismo olor de su casa, a lo mejor algún objeto personal de su dueño, sus juguetes, todo lo que sea necesario para que el plazo de adaptación sea el menor posible y, por tanto, el estrés sea el mínimo.
También entrevistamos a la persona cuidadora o dueño. Yo tengo experiencia haciendo buenas entrevistas, lo aprendí como voluntaria en los procesos de adopción. Les pregunto si es la primera vez que la mascota va a ser cuidada; cómo se comporta con las personas de la casa y cómo lo hace con personas ajenas; cuál es su carácter; qué come, sus rutinas, horarios de paseo y sueño. Todo lo que nos permita ofrecer una atención personalizada y para que el cambio sea el mínimo.
Todo esto da muy buenos resultados. Los perros se adaptan perfectamente bien, salvo casos muy excepcionales por su carácter particular. Los gatos si llevan una adaptación un poco lenta, porque son más reacios a los cambios.
¿Cuáles oportunidades y desafíos identificas para este tipo de negocio en el país? ¿En qué te gustaría crecer?
Este es un momento muy propicio. Las personas se están moviendo más, hay quien viaja o tiene la oportunidad de vacaciones y no tiene con quién dejar a su mascota.
Los desafíos también son notables. Por ejemplo, hace falta una especie de entrenamiento o curso para poder trabajar con mascotas.
Antes de comenzar, mi esposo y yo tuvimos varias sesiones de intercambio con un entrenador de la Federación Cinológica de Cuba y nos preparamos de manera autodidacta leyendo libros de conducta animal. Pero es un reto aprender más sobre esto y ponerlo en práctica; no es solo tener un espacio, dar comida y pasear al animal, sino poder entenderlos y comunicarse, tener una conexión real con esa mascota que estás cuidando.
Quisiera crecer e incluir algunos servicios de estética canina, por ejemplo, también entrenamiento, recogida y entrega de los de las mascotas en su hogar. Pero, sobre todo, me interesa aprender más para poder dar un servicio más completo.
En general, me siento satisfecha, estoy haciendo lo que me gusta y tengo la típica sensación de ¡qué bueno que te paguen por hacer lo que te gusta! Realmente se disfruta mucho. Lleva trabajo, pero la relación con las mascotas es muy gratificante y me hace muy feliz haber encontrado ese equilibrio entre la familia, la maternidad y la vocación. Creo que pesar de todos los obstáculos he logrado algo que me gusta.
Como voluntaria y también emprendedora ¿qué puede hacerse para avanzar en el cuidado animal en el país?
En Cuba se han dado grandes pasos, pero todavía insuficientes. Creo que, para avanzar, se necesita que en determinados casos la ley sea más rigurosa con aquellas personas carentes de sensibilidad que practican el maltrato de manera habitual o han provocado un daño irreparable a los animales.
Hace falta eliminar o reducir las poblaciones callejeras y comunitarias al mínimo posible y fomentar una conciencia de cuidado y atención al animal comunitario. Lograr llevar a cabo campañas de esterilización masivas para todos los animales callejeros y comunitarios donde colaboren voluntarios, instituciones privadas y estatales.
Necesitamos más conciencia social sobre la necesidad de eliminar todo tipo de maltrato animal y promover prácticas de bienestar dentro de la familia y las instituciones.
Que el Estado brinde más apoyo a los protectores, voluntarios y veterinarios en la labor que realizan. Las organizaciones defensoras de animales han tenido un rol fundamental al darle gran visibilidad a esta problemática y han sido capaces de movilizar a la sociedad cubana e impulsar La ley de Bienestar Animal y su aplicación. Además, la situación en las calles no ha sido catastrófica gracias al trabajo de estas organizaciones, junto a protectores independientes y anónimos.
Los medios de comunicación podrían dar más promoción a las actividades de protección animal. Quizá pudiera existir un programa de radio o televisión especializado en promover los rescates, los animales en adopción, donde se traten temas de veterinaria y bienestar animal y se fomente el respeto, hasta lograr una sociedad de tolerancia cero hacia el maltrato animal.