La sesión de este martes centra la atención política en España, ya que se desconoce si el líder nacionalista optará por la declaración de independencia, como le piden formaciones políticas y grupos sociales que respaldan la secesión, o bien hacer a un lado su proyecto.
Puigdemont trasladará a los diputados (135 de la cámara local) los resultados del referéndum de independencia del pasado 1 de octubre, los que no reconoce el Estado español que semanas atrás había declarado ilegal.
La crisis actual surge cuando el gobierno catalán no obedece al Tribunal Constitucional (que había suspendido la consulta por considerarla anticonstitucional), y decide realizar el referéndum a pesar de los impedimentos legales.
Según datos del gobierno catalán, el pasado 1 de octubre acudieron a votar dos millones 286 mil 217 catalanes, de los que dos millones 44 mil 38 votos votaron por el “Sí” a la independencia, un 90.2 por ciento del total, sobre 177 mil 547 del “No” (7.8 por ciento).
En recientes declaraciones, Puigdemont expuso que será el Parlamento el que defina cómo se asumirán esos resultados conforme a la Ley de Referéndum (que en septiembre pasado lo anuló el Tribunal Constitucional) para hacer efectiva la secesión.
La convocatoria en el Parlamento solo explica que Puigdemont comparecerá porque él lo pidió y no hace referencia a que si además del debate con los grupos parlamentarios se votará alguna proposición.
Sin embargo, formaciones opositoras contrarias a la independencia como Ciudadanos y el Partido Popular (PP) creen que la mayoría independentista (Juntos por el Sí y los anticapitalistas de la CUP) podría modificar el orden del día en medio del debate de mañana.
El procedimiento para introducir contenidos diferentes a lo programado en la agenda parlamentaria es el mismo utilizado el día 6 de septiembre, cuando la mayoría independentista (72 de los 135 diputados) impulsó en cuestión de horas la Ley de Referéndum.
De cara a la sesión de este martes, el dirigente del Partido Socialista de Cataluña, Miquel Iceta, aseguró que en caso de quererse imponer una votación de declaración de independencia su grupo parlamentario no participará y abandonará el pleno.
En rueda de prensa en Barcelona acompañado del líder del PSOE, Pedro Sánchez, pidió a Puigdemont.
“Que en defensa de los catalanes y del autogobierno de Cataluña evite hacer cualquier declaración de independencia, ya sea en directo, en diferido o simbólica”.
Por su parte, Sánchez expuso que “una declaración unilateral de independencia no tiene cabida en ningún Estado social de derecho, por lo que se pide a Puigdemont que abandone esa declaración”.
La vicepresidenta del gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, declaró este lunes a la radio española Cope que una declaración de independencia “no va a tener ningún efecto”, y que el ejecutivo español adoptará medidas para restaurar la ley y la democracia.