Pablo Navarrete Gutiérrez, coordinador de Asuntos Jurídicos de Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), dijo que son alarmantes los niveles de violencia contra mujeres y niñas en México, donde se consuman nueve feminicidios al día, es decir uno cada 160 minutos.
En entrevista con Notimex destacó que los feminicidios son la expresión extrema de la violencia en contra de las mujeres y niñas que se da en un contexto de permisibilidad social, de impunidad, de una inacción por parte del Estado para frenar esta pandemia que afecta al país.
Expuso que entre 80 y 90 por ciento de los feminicidios en México corresponden al fuero común, y presentan un atraso y rezago importante, debido a la cultura de las autoridades, fiscalías, procuradurías, ministerios públicos e incluso policías para no investigar los homicidios de mujeres y niñas.
“Con un feminicidio cada tres horas y más de 51 mil mujeres asesinadas en tres décadas, México se encuentra en emergencia social. Lo más grave es que además aumenta la saña, la violencia de dichos feminicidios, con golpes, torturas e incluso el uso de ácidos para hacer sufrir a las víctimas ante de asesinarlas”, lamentó el especialista.
“Hay que decirlo con toda la vergüenza del mundo, somos uno de los países más violentos contra las mujeres en América Latina y el Caribe. Ni la institucionalidad ni las leyes ni los presupuestos han sido suficientes para revertir este fuerte arraigo social y cultural de la violencia que existe en nuestro país”, apuntó.
Pablo Navarrete dijo que aunado a todo ello la impunidad y corrupción han provocado la repetición y el arraigo de este delito en el país, por lo que sumado a reformas legales se requiere de campañas de educación para terminar con la cultura del machismo, la violencia y la misoginia.
Comentó que hace unos años, máximo una década, cuando asesinaban a una mujer, los jueces, y ministerios públicos determinaban como causa que se trataba de un “crimen pasional”, situación que prevalece cuando los impartidores de justicia señalan en sus veredictos que fue asesinada por sus “actividades delincuenciales”, y con ello evaden calificar el acto como feminicidio.
“Es vergonzoso cómo se trata de ocultar el feminicidio con ese tipo de términos, de dictámenes periciales. Hay un temor en gobiernos estatales, fiscalías y procuradurías de reconocer el grave problema que se tiene respecto a la violencia contra las mujeres”, agregó.
En el marco legal, expuso que hay una dispersión de leyes, ya que hay estados que sancionan con sólo 25 años el feminicidio y otros tienen la prisión vitalicia.
El funcionario de Inmujeres abundó que se requiere una reforma a la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para fortalecer los mecanismos que inhiban el feminicidio y sancionar severamente a los responsables, además de hacer más eficaz la alerta de género para que los estados actúen ante el incremento de este tipo de crímenes.