El santo sepulcro, el muro de los lamentos y el monte de los Olivos, son algunos de los lugares de mayor trascendencia para religiones como el: Cristianismo, Judaismo y el Islam, cuyos fieles convergen en los mismos puntos y sin juzgarse y con respeto, unas de otras manifiestan sus expresiones religiosas.
Desde el Monte de los Olivos, donde la historia narra, Jesús hacía sus oraciones y fue arrestado, se observa la “ciudad vieja”, el sol refleja la piedra caliza de las fachadas de las viviendas y desde ahí se observan algunas de las más de mil iglesias, sinagogas y mezquitas que se localizan en este lugar.
El Muro de los Lamentos, es uno de los lugares más importantes de Jerusalén, y en este sitio se observan diferentes manifestaciones de fe de los asistentes; al ingresar son separados, hombres de mujeres, estas últimas cubren su cabello con mascadas por tratarse de un elemento sensual y frente al muro, algunos parados, sentados, hincados, solos o acompañados, hacen sus oraciones.
Los judíos se concentran en la plaza y lavan sus manos antes de ingresar a la zona de oración del muro de los lamentos ubicado en el Monte Moira, construido en el siglo X a.d.c. y destruido por los babilonios en el 586 y reconstruido por Esdras y Nehemías a la vuelta del exilio de Babilonia y vuelto a destruir por los romanos en el año 70.
Como es tradición, los visitantes dejan sus peticiones en las grietas del muro, mismas que de manera paulatina y conforme van cayendo, una organización se encarga de levantarlos y quemarlos de manera periódica.
A un costado del ingreso al muro, se localiza una zona de armario donde se encuentran libros de oración, biblias, textos con salmos, que son colocados en el lugar para la consulta de visitantes.
Jerusalén es la ciudad más grande de Israel con 850 mil personas de un total de 8 millones de habitantes de Israel y tiene una ubicación geográfica fundamental y el ingreso al víacrucis es por un barrio musulmán.
El recorrido del víacrucis por donde Jesús cargó la cruz para su crucifixión, se encuentra entre cientos de pequeños comercios dedicados a la venta de comida, artículos religiosos, frutas, semillas y otros artículos que dan un colorido multicolor a la zona.
Un grupo de mexicanos procedentes de Irapuato, Guanajuato, calificaron su visita a Jerusalén, como un sueño hecho realidad y un punto culminante para su creencia religiosa.
Acompañada de 50 compañeros y amigos de su comunidad de Santa Margarita que profesan la religión católica, Blanca, narró que desde hace medio año, se organizaron con el padre de su comunidad para realizar el viaje a Jerusalén.
Añadió que regresará a México con su fe y corazón fortalecidos por la visita que realizó a un lugar importante para sus creencias por el hecho de haber estado “en el lugar donde nuestro señor caminó, donde nuestro señor creció, donde dio testimonio de muchas cosas”.
Comentó que el visitar estos lugares y espacios, sin querer y sin buscarlo, las personas que acuden, fortalecen y ven crecer su fe y se llenan de paz espiritual.
Las diferentes estaciones de Jesús, a lo largo del víacrucis, hacen que se detengan algunos fieles para conocer e identificar el lugar, algunos rezan en algunos puntos y otros sólo observan o acuden en grupos de peregrinación.
Musulmanes, cristianos, judíos, judíos ortodoxos ataviados con sus vestimentas tradicionales caminan a lo largo del recorrido, con dirección a la Basílica del Santo Sepulcro en el cerro del Gólgota, donde Jesús fue crucificado y donde también se localiza la piedra de la unción donde fue ungido antes de ser sepultado.
A un costado de la piedra de la unción, a lo alto, se encuentra el lugar donde se localiza la piedra que se considera es donde se colocó la cruz donde Jesús fue crucificado y a unos metros de ahí, se localiza el Santo Sepulcro donde fue enterrado y posteriormente, resucitó.