Yakarta, 23 nov (EFE).- Un centenar de niños han muerto por el impacto del terremoto de magnitud 5,6 que sacudió Indonesia el pasado lunes, según las cifras aportadas este miércoles por las autoridades que elevaron el número total de víctimas a 271.
En su último parte, la Agencia Nacional para la Gestión de Desastres (BNPB) cifró en 271 los fallecidos, de los que señaló que el 37 por ciento eran niños, mientras que el número de desaparecidos se sitúa en 40 y en más de 2.000 los heridos.
Las labores de rescate continúan hoy tras el terremoto de magnitud 5,6 y muy poca profundidad que sacudió el lunes a medio día la provincia de Java Occidental, la más poblada del país, cerca de la localidad de Cianjur, a 75 kilómetros de Yakarta.
Los servicios de emergencia encontraron hoy tres cuerpos entre los escombros y a un niño con vida de seis años llamado Azka, que apareció junto al cadáver de su abuela, informó BNPB.
El alto número de niños fallecidos se debe a que el terremoto se produjo el lunes a la 13.21 hora local (6.21 GMT), en pleno horario escolar, y causó estragos en cerca de 80 centros educativos, según datos divulgados por la ONG Save the Children Indonesia.
“Todavía no sabemos cuántos niños resultaron heridos o muertos, pero este terremoto ocurrió cuando las aulas estaban llenas de niños. Muchos huyeron llorando, sin saber lo que estaba pasando", señaló la víspera en una nota el responsable del equipo de respuesta de Save the Children en Cianjur, Fadli Usman.
Un número aún incierto de víctimas permanece bajo los escombros de edificios derrumbados, mientras que varias carreteras de acceso hacia áreas más remotas se encuentran bloqueadas a raíz de los varios deslizamientos de tierra.
Por eso, las autoridades reconocen que la cifra de fallecidos, heridos y desaparecidos puede aumentar "considerablemente" a medida que avanzan las horas.
Más de 2.900 personas, entre bomberos, voluntarios y agentes de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate de Indonesia, continúan este miércoles por tercer día la búsquedas de posibles supervivientes en medio de "múltiples obstáculos", debido a la extensión de las áreas afectadas y a las malas condiciones en el terreno tras el terremoto.
“Los obstáculos a los que nos enfrentamos se deben a que la distribución o alcance de las zonas afectadas es bastante amplia. Además, los datos de víctimas pueden cambiar en cualquier momento", dijo hoy el jefe de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate (Basarnas, en su acrónimo en indonesio), Henri Alfiandi, en un comunicado.
Los trabajos se concentran en doce distritos, entre ellos el de Cianjur -que ha sido el epicentro del terremoto- aunque igualmente se llevan a cabo búsquedas puntuales en otras localidades.
La Agencia Nacional para la Gestión de Desastres, que cifró en unas 62.000 las personas desplazadas, ha instalado tiendas de campaña en las zonas más golpeados por el sismo, mientras que equipos de voluntarios brindan a los afectados con agua, alimentos, ropas, mantas, medicamentos y auxilio médico.
El terremoto del lunes se trata del más mortífero en el país desde 2018, cuando un sismo y un tsunami en la isla de Sulawesi se cobró la vida de más de 4.000 personas.