Así se pronunció en los primeros minutos ante los casi 100 periodistas que le esperaban y las decenas de simpatizantes por la independencia que lucían banderas catalanas “esteladas” y color amarillo, símbolo para la libertad de los presos políticos en España.
Los agradecimientos de Puigdemont siguieron para la gente que le ha apoyado desde diferentes países: Dinamarca, Suecia, Reino Unido, Noruega, Estados Unidos, Brasil, a quienes prometió contestar en cuanto tenga tiempo.
También dio las gracias a los funcionarios de la prisión y a los reos con los que convivió desde el pasado 25 de marzo. El expresidente catalán salió de la prisión alemana tras pagar una fianza de 75 mil euros impuesta por la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein.
Puigdemont dijo que el principal mensaje que quería transmitir es que hay nueve políticos catalanes presos en España que deben salir en libertad e insistió que ya no se trata de independencia, sino de la “lucha por la democracia, que está en peligro. Una lucha internacional".
“Es una vergüenza para Europa que tengan presos políticos”, aunque expresó que confía en los derechos humanos y en la separación de poderes, aspectos que -dijo- están en peligro en España.
Apeló a los europeos a implicarse en política y en conseguir poderes más descentralizados a nivel local y regional.
Finalmente, insistió en el diálogo. “El tiempo para el diálogo ha llegado. Llevamos seis años pidiéndolo. Como repuesta sólo hemos recibido la violencia. Ha llegado el momento de hacer política y dejar de resolver los problemas con leyes criminales. No hay excusas”.
Sus declaraciones las pronunció en inglés y no dio opción a preguntas. Se esperaba una rueda de prensa para esta tarde-noche, aunque por cuestiones legales fue suspendida y sólo se informó que la conferencia tendría lugar en Berlín, pero no se ha confirmado si sería este viernes o mañana sábado.
Para Puigdemont es una incógnita aún dónde fijará su domicilio en Alemania, se ha mencionado las ciudades de Kiel, Hamburgo, pero también Berlín, por motivos de seguridad.
Pero hasta que no termine el proceso de tramitación de la extradición y la audiencia territorial de Schleswig no se pronuncie, Puigdemontno podrá abandonar el país y deberá comparecer ante la policía una vez a la semana. La audiencia territorial debe pronunciarse ahora sobre el delito de malversación de fondos públicos.