Italia aprueba rebajar un grado la calefacción para ahorrar energía

06 de Septiembre de 2022
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Roma, 6 sep (EFE).- El Gobierno italiano ha aprobado rebajar un grado la calefacción en invierno para ahorrar energía ante la posibilidad de que Rusia interrumpa por completo los suministros de gas hacia Europa como respuesta a las sanciones impuestas por la guerra de Ucrania.

"Con el fin de reducir los riesgos relacionados con una posible interrupción total de los flujos procedentes de Rusia durante el próximo invierno, así como para responder a las peticiones europeas en cuanto a la reducción del consumo para el periodo 2022-2023, es conveniente aplicar medidas para frenar el consumo nacional de gas de forma inmediata", afirmó el Ministerio italiano de Transición Ecológica.

Las medidas incluyen una reducción de 1 grado para la calefacción de los edificios, desde los 17 grados con más o menos 2 grados de tolerancia para los edificios destinados a actividades industriales, artesanales y similares, y desde los 19 grados con más o menos 2 grados de tolerancia para todos los demás edificios.

También se reduce en 15 días el periodo en el que los radiadores podrán estar encendidos.

La Agencia Nacional de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico (ENEA) ha aconsejado también reducir la temperatura y la duración de las duchas, acortar el tiempo en que el horno está encendido, usar los lavavajillas y las lavadoras con la carga completa, o desenchufar la lavadora cuando no se usa.

Con estas acciones, el ministerio italiano y la agencia ENEA calculan que se puede reducir el consumo en al menos 8.200 millones de metros cúbicos de gas natural.

Italia tiene actualmente los depósitos de reservas de gas al 82 % y la intención es que lleguen al 90 % para octubre para tratar de estar en las mejores condiciones y afrontar los posibles cortes de suministros por parte de Moscú.

De momento, Rusia ha decidido que no reanudará el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream por labores de mantenimiento, pero su decisión se ha producido poco después de que el G7 aprobara poner un tope al precio del petróleo ruso.

Italia compró en 2021 el 90 % de sus suministros de gas y el 40 % lo hizo de Rusia, aunque en los últimos meses ha buscado fuentes alternativas y ahora mismo ha reducido a la mitad sus importaciones de Moscú.