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Indicó que las abejas, así como otros polinizadores contibuyen directamente a la seguridad alimentaria. “Casi tres cuartas partes de las plantas que producen el 90 por ciento de los alimentos del mundo requieren esta ayuda externa”.
Refirió que el Día Mundial de las abejas, coincide con el cumpleaños de Anton Janša, quien en el siglo XVIII fue pionero en las técnicas modernas de apicultura en su natal Eslovenia.
Expertos en abejas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), señalaron que un tercio de la producción mundial de alimentos depende de las abejas.
“Las abejas son famosas por su papel en el suministro de alimentos de alta calidad (miel, jalea real y polen) y otros productos como la cera de abejas, el propóleo y el veneno de abeja. También son parte de la biodiversidad de la que todos dependemos para nuestra supervivencia”, refirió.
Un informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), dado a conocer por UNEP, dijo que "la abeja occidental es el polinizador administrado más extendido en el mundo, y hay aproximadamente 81 millones de colmenas que producen 1.6 millones de toneladas de miel al año".
Anotó que “la gran mayoría de las especies de polinizadores son silvestres, incluidas más de 20 mil especies de abejas, la cría en masa y el transporte a gran escala de polinizadores pueden plantear riesgos para la transmisión de patógenos y parásitos”.
“Las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los murciélagos y los colibríes, están cada vez más amenazados por las actividades humanas”, consideró el reporte.
Señaló que de acuerdo con el informe “el cambio de uso de la tierra, manejo agrícola intensivo y uso de pesticidas, contaminación ambiental, especies exóticas invasoras, patógenos y cambio climático”, como amenazas importantes para la abundancia, diversidad y salud de los polinizadores.
En mayo de 2018, la Unión Europea confirmó una prohibición parcial de tres insecticidas conocidos como neonicotinoides para mitigar la amenaza letal que representan para las abejas y su efecto de goteo en la polinización en su conjunto.
También se cree que la contaminación del aire afecta a las abejas. “Las investigaciones preliminares muestran que los contaminantes del aire interactúan con las moléculas aromáticas liberadas por las plantas que las abejas necesitan para localizar los alimentos”.
“Las señales mixtas interfieren con la capacidad de las abejas para alimentarse, haciéndolas más lentas y menos efectivas en la polinización”, consideró.