Virginia Muñoz Rangel, encargada de despacho de la Coprisem, en un comunicado, señaló que una bebida alcohólica adulterada es elaborada sin un control de calidad e higiene lo que representa un riesgo para la salud.
Indicó que las bebidas alcohólicas únicamente deben adquirirse en lugares establecidos, debidamente identificados y autorizados; previo a consumirse es necesario revisar que la tapa se encuentre sellada, el contenido sea claro y no presente sedimentos o turbiedad.
“Son recomendaciones sencillas como voltear la botella, regresarla a su posición original y notar como suben burbujas, si se ven partículas que caen, se trata de un producto que no fue elaborado con suficiente calidad e higiene”, detalló la funcionaria.
Muñoz Rangel agregó que la etiqueta debe estar fija y no despegarse fácilmente, contener marca comercial, así como la leyenda precautoria “El abuso en el consumo de este producto es nocivo para la salud”, el nombre o razón social del productor o importados, nombre o denominación genérica si se trata de tequila, mezcal, vodka, brandy, entre otros.
Además de presentar el domicilio fiscal, país de origen, número de lote, fecha de consumo preferente y cantidad, así como las advertencias “prohibido el consumo en mujeres embarazadas”; “si bebe, no conduzca” y “prohibida su venta a menores de edad”.
“Las etiquetas deben estar bien pegadas y colocadas, fijarse bien que no estén sobrepuestas a otras, que cuenten con relieves que se sientan al tacto y tintas directas; las falsificaciones usan impresiones que simulan el color, nunca una tinta que refleje”, puntualizó.
Finalmente, la encargada del despacho de la Coprisem puso a disposición de la población el número (777) 318 5641 para dudas o denuncias.