El NMSF, una de las divisiones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, señaló que se trata de un “evento de mortalidad inusual” sobre el cual se buscará, a través de una serie de análisis y estudios, establecer los motivos.
Desde el 1 de junio de 2018 a la fecha se han reportado 282 focas de diferentes especies muertas en las costas del Ártico, de las cuales 119 fueron encontradas durante el año pasado y el resto en lo que va de 2019, de acuerdo con un reporte del Servicio, dado a conocer en su sitio web.
Se trata de 85 focas barbudas, 66 anilladas, 40 manchadas y otros 91 ejemplares no identificados hasta ahora en los mares de Bering y Chukchi.
El evento de mortalidad inusual es definido por la Ley de Protección de Mamíferos Marinos como un evento de varamiento inesperado, que implica la muerte significativa y exige una respuesta inmediata.
En este caso se trata de un aumento o cambio significativo en la naturaleza de la morbilidad, mortalidad o varamientos en comparación con registros anteriores.
El elevado número de focas muertas es casi cinco veces el promedio de varamientos reportados, que es de unos 29 ejemplares al año.