El especialista del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) comentó que la retinopatía hipertensiva es el daño que se registra en los vasos retinianos por presión alta.
Destacó que este padecimiento se diagnostica a través de un examen oftalmológico en pacientes con hipertensión.
“Los signos de retinopatía hipertensiva incluyen arterias estrechas, hemorragias retinianas y acumulación de líquido en el nervio óptico; los pacientes se pueden quejar de dolor ocular, de cabeza o disminución de visión aunque en la mayoría de los casos no causarán ningún síntoma”, apuntó.
El médico universitario manifestó a través de un comunicado de la UAS que las pruebas de laboratorio no siempre son útiles para el diagnóstico de hipertensión.
Señaló que el tratamiento se centra principalmente en reducir la presión arterial, por lo que el seguimiento depende del grado de hipertensión y resistencia a los medicamentos.
Comentó que los pacientes con retinopatía hipertensiva grave tienen mayor riesgo de enfermedad coronaria, enfermedad vascular periférica y accidente cerebrovascular.
Sital Gastelum dijo que la mayoría de los cambios retinianos secundarios a hipertensión maligna mejoran si se logra controlar la presión arterial, aunque aclaró que el daño al nervio óptico y la mácula, podría causar a largo plazo, reducción en la visión.