La institución financiera precisó que en caso de que se apliquen estos aranceles a los productos mexicanos, prevé consecuencias negativas para ambos pai?ses en te?rminos tanto de crecimiento como de inflacio?n.
Refirió que el presidente estadounidense Donald Trump amenazó con imponer un arancel de 5.0 por ciento a todas las importaciones procedentes de México a partir del 10 de junio, e incrementarlos en 5.0 por ciento adicional el primer día de cada mes hasta llegar a 25 por ciento en octubre próximo.
Esto, si México no actúa “para reducir o eliminar dramáticamente la cantidad de extranjeros ilegales que cruzan su territorio hacia los Estados Unidos”, y los aranceles se mantendrían en 25 por ciento “a menos que México detenga sustancialmente la entrada ilegal de extranjeros que ingresan a través de su territorio”.
Destacó que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador respondió con una carta en la que ofrece diálogo, esperando una solución cooperativa a largo plazo para el problema de la migración.
Por lo pronto, envió a Washington, D.C. al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y al subsecretario Jesús Seade para negociar, estrategia que es positiva, pero no puede descartarse que el gobierno mexicano se tenga que ver en la necesidad de tomar medidas de represalia.
Esto, porque el anuncio de Trump viola no solo las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), sino también el acuerdo actual del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“En nuestra opinión, esta amenaza podría eventualmente quedar vacía dada la importancia de las cadenas de producción entre los dos países y pensamos que es una estrategia más del presidente Trump para afianzar su camino hacia la reelección”.
Sin embargo, estimó que en caso de que sí se apliquen, los aranceles tendrían un impacto inicial en el tipo de cambio y luego en la inflación y el crecimiento.
De acuerdo con sus modelos, una depreciación de 3.5 por ciento del peso mexicano frente al dólar estadounidense podría compensar cualquier efecto de un arancel de 5.0 por ciento.
Si bien no piensa que el tema escalará más allá del nivel de 5.0 por ciento, estimó que un arancel del 25 por ciento podría generar una depreciación de 18 por ciento.
Afirmó que el tipo de cambio no podrá absorber todo el impacto, por lo que es muy probable que la amenaza inesperada en sí misma pueda afectar los niveles de confianza para invertir tanto en Estados Unidos como en México con un impacto negativo en los niveles de crecimiento.
Si bien Estados Unidos podría implementar un arancel de 5.0 por ciento en todos los ámbitos, consideramos que México podría tomar represalias “inteligentes” con un arancel del 8.0 al 10 por ciento sólo en ciertos productos, en lugar de un arancel general, añadió Banorte.
Las autoridades mexicanas deberían apuntar a bienes que son importantes para Estados Unidos, particularmente para la región del Medio Oeste -en donde se ubican los seguidores del presidente-, pero con un efecto marginal en el crecimiento y la inflación en México, por ejemplo, en productos como el trigo, el tabaco, el bourbon o el whisky de Tennesse.