Marchas por la libertad para Belén

15 de Agosto de 2016
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reportaje
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Buenos Aires, agosto (SEMlac).- Centenares de personas se reunieron el pasado 12 de agosto en diferentes ciudades de Argentina para pedir a la justicia la libertad para Belén, una joven de 27 años que, en marzo de 2014, llegó con dolores abdominales junto a su madre al hospital Avellaneda de la provincia norteña, San Miguel de Tucumán, donde luego tuvo una hemorragia y le diagnosticaron un aborto espontáneo incompleto.

Pero fue en ese momento que empezó su calvario. Ese mismo día, el personal del hospital halló un feto en un baño e inmediatamente se lo atribuyeron a ella y luego la trasladaron al Penal de Santa Ester, una unidad carcelaria donde está presa hace 900 días.

El clamor de libertad para esta mujer es un pedido que está presente en la sociedad. El Comité para la Libertad de Belén -un colectivo conformado por organizaciones y actores de la sociedad civil que pide justicia por la joven tucumana- anunció en un comunicado que el propósito de la marcha del 12 de agosto es volver a exigir la libertad y la anulación de la condena.

El comité subrayó: "Belén no puede seguir presa ni un día más, la Corte Suprema de Justicia de Tucumán debe expedirse de manera inmediata y no ser parte de la cadena de violaciones a sus derechos fundamentales. Los jueces y agentes del sistema de salud que condenaron a Belén son reproductores de una justicia elitista, patriarcal y clasista, que las organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos de este comité repudiamos".

"Tanto Naciones Unidas como diversas organizaciones internacionales - continúa el documento- exigen al Estado argentino que tome medidas para su inmediata liberación en virtud de las violaciones que se cometieron, sin respetar estándares internacionales de derechos humanos".

El caso Belén está plagado de irregularidades. La joven fue sometida a un proceso criminal por haber sufrido un aborto espontáneo o cualquier otra complicación obstétrica. A la vez, los abusos y padecimientos sufridos por ella en el hospital constituyen actos crueles e inhumanos.

En julio, el ministro fiscal Edmundo Jiménez consideró que el fallo del tribunal es "arbitrario y, por ende, nulo". También remarcó que las irregularidades comenzaron en la etapa de instrucción: "Se deja entrever un prejuicio de falsedad desde el comienzo de la investigación respecto a los dichos de la imputada", sostuvo Jiménez.

En el marco de la convocatoria nacional por la liberación de Belén, la joven envió una carta que inicia con la interrogante: ¿Buscan culpables o buscan justicia? En la misiva escribió: "En esta sociedad muchas veces para ocultar algo buscan alguien a quien echarle la culpa. Señalan con el dedo a personas que no pueden defenderse y se las acusa. No se las escucha. Son culpables por su cara, por su ropa, por ser pobres o por ser mujer como yo. A nadie le importó lo que yo tenía para decir.

"Yo dije mi verdad, pero nadie me escuchó. Me creyeron culpable apenas me vieron. Todos han hablado de mí como si yo fuera un monstruo. Ahora siento que estoy más cerca de que se haga justicia para mí. Siento que, por fin, mi palabra vale. Pero cada noche, cuando me voy a dormir, pienso que yo estoy acá y los que me acusaron, señalaron y condenaron están afuera", señaló Belén en su carta.

Por su parte, Amnistía Internacional recogió más de 120.000 firmas que respaldan el pedido de libertad de la joven tucumana. "El caso Belén ha recorrido el mundo y millones de personas, desde Taiwán hasta el Reino Unido, están mirando lo que pasa en Tucumán y esperando que se haga justicia y Belén quede en libertad", manifestó semanas atrás la directora ejecutiva de esa organización, Mariela Belski. Por: Norma Loto

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