“Si lo viera imposible diría señores muchas gracias me voy, pensar en ganarle al León es muy padre porque es una oportunidad dorada para mostrar el futbol que Chivas tendría que haber hecho antes en el torneo, claro que se puede y trabajamos en eso”, dijo.
En conferencia de prensa, el estratega aceptó que tras dos juegos al frente del “Rebaño Sagrado” ha sido incapaz de solucionar los problemas que aquejan a este equipo que tiene ya ocho juegos sin ganar.
“Es muy importante decir que fue un llamado para tapar un hoyo, los dos partidos (que he dirigido) me han dicho que no lo he podido lograr”, apuntó.
Manifestó que su elección para solucionar la malaria del equipo fue “jugar al futbol, en el diagnóstico que hicimos es que a este equipo le hacia falta mejorar eso y por ende nos llevaría a mejorar la parte mental, la experiencia me ha dicho que ese era el camino, pero los números dicen que no se ha logrado”.
“Mi percepción va a tener que cambiar y jugar de otras formas, he buscado trabajar más en la parte del futbol hacia adelante, mis jugadores tienen cinco partidos perdidos seguidos, pues el equipo está mal, mi misión es levantarlos, hemos estado buscando cierta mejoría, pero no ha sido suficiente, no alcanza, hemos cometido errores muy puntuales”, declaró.
Destacó que los malos números que presentan los tapatíos han afectado el aspecto anímico de sus jugadores, algo en lo que se ha enfocado.
“La racha que tenemos ha hecho que los jugadores carguen con una presión y tengan desconfianza, mi trabajo es que la recuperen, después de un esfuerzo como el que hicieron el sábado, hay que separar la disposición al trabajo y su esfuerzo físico, que se jugó muy bien los primeros 30 minutos, más allá del resultado, eso indica que quieren salir del hoyo, no conozco más que la fórmula del trabajo”, sentenció.