Muchas cepas de esta infección que afecta principalmente a los pulmones, desarrollan defensas contra los tratamientos estándar, por lo que los diagnósticos rápidos son necesarios porque los métodos actuales tardan hasta dos meses.
Jianghong Rao, profesor de radiología en la Facultad de Medicina de la institución, informó que este nuevo método es barato y fácil de aplicar, lo que permitiría que los servicios de salud puedan llevarlo a comunidades de escasos recursos.
Para diagnosticar la tuberculosos, los médicos deben recolectar una muestra de flema de los pacientes, para cultivarlo en el laboratorio; y esperar a que la bacteria crezca a un nivel detectable. También requiere instalaciones especializadas, que faltan en muchos hospitales en todo el mundo.
"En los países aún en desarrollo, donde la tuberculosis es más prominente, es difícil mantener ese tipo de instalaciones intensivas, y puede ser costoso", dijo el investigador.
Este desarrollo se dio a conocer en la revista “Science Translational Medicine” y la Universidad de Stanford la da a conocer a través de un comunicado. El autor principal, es el científico Yunfeng Cheng.
La nueva técnica de imágenes utiliza microscopios de fluorescencia, comunes en los hospitales, y no requeriría de capacitación especial. Todo lo que se necesita, explicaron los científicos, es una muestra de flema del paciente que se pueda preparar y poner bajo el microscopio para su análisis.
La técnica utiliza una sonda fluorescente; la sonda se combina con la muestra de flema y se activa o enciende, cuando entra en contacto con bacterias de tuberculosis. Una parte de la sonda es responsable de detectar la tuberculosos viva, creando así el resplandor revelador.
Otra parte consiste en una molécula que se une específicamente al microbio, y localiza el resplandor en la bacteria. La fluorescencia concentrada permite a los científicos no sólo identificar las bacterias en forma de bastón, sino también rastrear su distribución en las células infectadas.
La sonda fluorescente, detalló Jianghong Rao, puede ayudar a determinar el fármaco apropiado al mostrar qué bacterias están todavía vivas en la muestra del paciente: las que están vivas brillan de color verde; aquellos que no son (o son una especie diferente de bacteria) aparecen oscuros.