México, 7 Ene (Notimex).- Un científico del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y su equipo de investigación de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) desarrollaron diferentes productos mediante el aprovechamiento integral de desechos del agave pulquero.
Entre los desarrollos destaca la producción de nanopartículas fabricadas a partir de celulosa de agave, las cuales refuerzan de manera mecánica películas biodegradables y empaques inteligentes indicadores de la caducidad de los alimentos.
Así como biosorbentes de metales pesados y colorantes presentes en aguas contaminadas; además, materiales de pared para encapsulación de compuestos bioactivos y papel de alta calidad.
En un comunicado, el Politécnico indicó que el aprovechamiento del bagazo del agave pulquero fue integral, ya que además de generar papel de alta calidad, transformaron la celulosa en nanopartículas funcionalizadas con un indicador de pH.
Con ello, se logró mejorar las propiedades mecánicas de películas biodegradables que indican la caducidad de los alimentos, pues cambian de color al variar la acidez, por lo que posibilita la construcción de empaques inteligentes.
El científico José Jorge Chanona Pérez mencionó que otras partes de la planta se usaron para encapsular compuestos bioactivos, los cuales sirven para absorber metales pesados y colorantes contaminantes.
También consideró que la producción de papel por métodos tradicionales tiene un importante impacto ambiental por el uso de compuestos químicos contaminantes, por lo que con este proceso se logró un menor impacto ambiental, resaltó.
“Producir el papel requirió de técnicas sencillas, en lugar de usar sosa y ácido sulfúrico se emplearon disolventes orgánicos completamente biodegradables y lo más importante es que se aprovechan los desechos del agave, lo cual contribuye al cuidado del medio ambiente”, mencionó.
Otra aportación derivada del proyecto fue el desarrollo de micro y nanodispositivos dirigidos al monitoreo de reacciones enzimáticas y crecimiento de microorganismos probióticos, útiles para elaborar productos lácteos fermentados y en la biodetección de microorganismos patógenos en los alimentos.
Chanona Pérez puntualizó que la aplicación de la micro y nanotecnología, así como las técnicas de microscopía, la espectroscopía y de análisis de imágenes, fueron determinantes para desarrollar los tres productos tecnológicos.