La idea es reflexionar sobre el destino de esta especie, única en el mundo y que se encuentra en peligro de extinción y que no tomar cartas en el asunto, el ejemplar podría desaparecer en un lapso de tres años, a decir de Rodrigo Medellín, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En conferencia de prensa, Mónica del Villar, directora de Proyectos Especiales de Artes de México; Dolores Beistegui, directora de Papalote Museo del Niño; Carlos Galindo Leal, director de Comunicación de la Ciencia de la Conabio y Vance Martín, presidente de The Wild Foundation, detallaron los pormenores de la actividad.
La ceremonia solemne es un urgente llamado a la sociedad para participar en la conservación de muchas especies de plantas y animales que se encuentran en situación precaria en México y en el mundo.
La procesión saldrá a las 10:00 horas del Museo Tamayo y culminará en el Museo Nacional de Antropología y estará resguardada por dos largas vallas de niñas y niños que unirán ambos recintos culturales, "cuya presencia representará un reclamo silencioso a nuestra generación por el mundo que les estamos heredando".
Se trata de un performance del artista y conservacionista mexicano Patricio Robles Gil, quien ha creado una escultura alusiva, pieza fundamental de la ceremonia en honor de la vaquita. Un fragmento simbólico de la pieza será conducido por varias personalidades hasta el Museo Nacional de Antropología, donde se integrará a la escultura y se podrá observar por el público.
“Sera una marcha ciudadana en las que mano en mano se trasladará un cráneo de vaquita natural que consiguió el artista Robles Gil para ser depositado en la media luna del Museo Nacional de Antropología”, dijo Del Villar.
Agregó que afuera del museo se colocará una pintura alusiva a la Vaquita, realizada por William Cheper, donde la gente podrá depositar arreglos florales. La ceremonia terminará con una obra musical compuesta por Mario Lavista.
"Estamos hablando de la extinción definitiva en el planeta de una especie animal exclusivamente mexicana, lo cual implica la pérdida de una forma única de vida", de acuerdo con los ponentes.
Refirieron que esta criatura que ha vivido desde hace millones de años en el mar del Alto Golfo de California, en México, y tiene riesgo de desaparecer siempre como resultado de la indiferencia y la ignorancia; la pesca y el tráfico ilegales; y la ambición del ser humano.
“Su lugar en la naturaleza quedará vacío y no podrá ser ocupado por ningún otro organismo. Es una verdadera tragedia que da mucho qué pensar y que debería orillarnos a reflexionar sobre cómo nuestras acciones diarias están empujando a miles de especies a enfrentar el mismo final”.
Rodrigo Medellín, hizo un llamado para que se terminen las redes agalleras que se encuentran en el Alto Golfo de California en México, ‘la vaquita estará muerta y olvidada en el mundo natural en los próximos tres años’.
“Sino se han estado quitando toneladas de redes, esta lleno, pero nos faltan muchas más, pero se siguen colocando y si se controlan estos dos factores, entonces tenemos alguna posibilidad de que la especie se recupere. Si hoy se quita hasta la última red y aseguramos la vida de las 20 que quedan, en 2050 tendremos más a menos 500 vaquitas si hoy se detiene la matanza”, señaló.
Precisó que no solo la vaquita marina, es la única especie de mamífero marino que esta sufriendo una situación similar, sino también el Delfín del Rio del Yang Tse en China y el Delfín Jorobado del Atlántico.
Para Carlos Galindo Leal, recordó que la vaquita marina tiene un área de distribución similar al estado de Tlaxcala, ‘un área de distribución pequeña par aun mamífero’ y reveló que según la norma, existen 475 especies en peligro de extinción en México y cerca de 800 amenazadas.
Dijo que las causas de su reducida población se deben a la sobre explotación, derivada de la pesca, el deterioro de su hábitat, la contaminación agrícola en la zona de Mexicali y la introducción de especies en ecosistemas.
Los organizadores invitaron a la población a que asistan y sean partícipes del rito que ayudará a crear conciencia sobre el significado de la pérdida irreparable de una especie animal bajo nuestra custodia, y de lo mucho que debemos y podemos hacer para evitar que vuelva a ocurrir.