Entre los objetivos de este esquema destaca el de impactar en medios electrónicos y redes sociales, además se han realizado carreras, medios maratones, concursos de dibujo para niños y pláticas, entre otras actividades.
Esta campaña es organizada por la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, que en 2016 emprendió la Estrategia Nacional para su protección, mediante un programa de atención a conflictos ganaderos.
Lo anterior, para evitar la muerte de la especie en respuesta a los ataques que este animal pueda hacer al ganado, indica el investigador Rodrigo Medellín en la página oficial de la Fundación Carlos Slim.
La ejecución de este plan tiene su origen en el Programa de Acción para la Conservación de la Especie: Jaguar (Panthera Onca), desarrollado en el marco del Programa de Conservación de Especies en Riesgo de la Comisión Nacional de Aáreas Naturales Protegidas (Conanp), publicado en 2009.
El también doctor en Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo a Notimex que se trata de una alianza para que la gente reconozca el valor que tienen los jaguares viviendo en su selva.
En primera instancia, dijo, debemos estar orgullosos como mexicanos de tenerlos viviendo allí.
En segundo lugar, detalló, eso es una garantía de que el ecosistema está sano y que estamos recibiendo todos los beneficios que éstos dan y tercero, apreciando y respetar las leyes mexicanas que nos dicen que no debemos matarlos porque están en peligro de extinción.
Refirió que esta especie ya vivían en el continente antes de que llegaran los primeros pobladores “y tienen tanto derecho o más de estar vivos, vibrantes, latentes y presentes en los ecosistemas mexicanos”.
El experto describió al jaguar como un animal absolutamente representante de la identidad mexicano, porque hemos sido designados como pueblo jaguar muchas veces, resaltó.
“Es el gato más poderoso y más grande del continente, y además es un animal que es el depredador tope de los sistemas. Si se desaparece se pierde la cúspide de los animales que controlan las poblaciones de los herbívoros”, se abandonaría la posibilidad de tener ecosistemas sanos.
En México, existen aproximadamente tres mil 800 jaguares, esto es, 20 por ciento de los que existían en territorio mexicano hace 60 años. “Entonces quiere decir que ya perdimos el 80 por ciento y eso es muy grave”, apuntó.
De ese total, la mayoría está en lo que llamamos hoy la selva maya, en la península de Yucatán, la Selva Lacandona, ese macizo de bosque que va desde Chiapas hasta Quintana Roo es donde más jaguares hay, subrayó.
Las amenazas que afectan a los jaguares, principalmente son la matanza directa, producto de que los humanos matamos cuando nos mata una vaca o un becerro, pensemos qué sucede cuando está viviendo un jaguar muy tranquilo en su selva y el ser humano invade su espacio.
El ser humano le tumba la selva, le tira su casa, y empieza a comerse su comida, “porque a nosotros también nos gusta comer venadito, jabalí, tepezcuintle, armadillo y entonces entramos en competencia con el jaguar”.
Finalmente, lo que hacemos es ponerle enfrente al ganado, que es indefenso, “pero nosotros le decimos al jaguar tú tocas uno de esos animales y te mueres, lo que no es justo,” subrayó.
La mayoría de las amenazas que enfrenta el jaguar se refieren a la matanza directa que la gente hace de ellos cuando cruzan por su camino y también estamos perdiendo ecosistema y el hábitat, el jaguar se está fragmentando.
La Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar en la que participan la Fundación Carlos Slim, investigadores de la UNAM y de otras universidades, así como la organización no gubernamental Naturalia, la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp), el zoológico yaguar xoo, entre otros, identifica las formas en las que se protege efectivamente al jaguar. Mencionó que la estrategia inicia con el trabajo con ganaderos, a quienes se les exhorta que no deben matar a estos animales.
“Lo que hacemos es enseñarles que un jaguar no tiene la capacidad de matar una vaca adulta, nada más matan becerros, pero si nosotros sincronizamos que nuestras vacas nazcan en el mismo mes, en dos o tres meses, sería bueno, porque si los becerros nacen en el mismo momento es mucho más fácil cuidarlos y evitar el impacto que pueda tener el jaguar, así nos hayamos metido a su casa”.
Les explicamos que tienen que meter a los becerros en los establos durante los primeros dos o tres meses de edad, que son los momentos en los que son vulnerables.
También estamos ayudando a que los ganaderos reciban un pago cuando un jaguar efectivamente mató un becerro para que ellos, no vayan y quieran vengarse de él matándolo.
En ese sentido, aseguró que consiguen del gobierno federal, específicamente de las secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente indemnizar a las personas que perdieron a sus animales, “pero eso va de la mano con que ellos ya no maten más jaguares y ya no maten más presas del jaguar”.
Además estamos trabajando con el Poder Judicial, para que realmente se aplique la ley que dice que una especie en peligro de extinción no se puede tocar y que el mexicano que “toque” a un jaguar se tiene que ir a la cárcel.
Matar una especie en peligro de extinción en México es un delito federal, sostuvo. Al preguntarle sobre si este mamífero ataca a personas, sostuvo que en México no hay un solo ataque documentado de jaguares a seres humanos, recordó que hace un par de años, en Brasil, hubo una acometida, pero eso no es representativo, son mucho menos los ataques a los seres humanos, que de leopardos a personas en África y en Asia.
“El jaguar por naturaleza no ataca al ser humano”, apuntó.
Comentó que para la investigación sobre el jaguar tiene cuatro personas que están trabajando, algunos en la región sur de México, en la Selva Lacandona, otros en el extremo norte de la distribución de la especie en el estado de Sonora.
Estamos haciendo presencia en tantas regiones como podemos y además hay otros expertos en jaguar en Jalisco, Campeche, Puebla, Guerrero, Nayarit, Sinaloa, somos aproximadamente 40 especialistas en el país.
Resaltó que el motivo para investigar a esta especie, es porque se trata de un animal del que no se tiene suficiente conocimiento, apoyo, ni presencia en la academia mexicana.
En 2002, el Fondo de Cultura Económica (FCE) editó un libro que fue un diagnóstico continental de cómo estaba el jaguar en esos años y luego los investigadores realizaron otro que publicaron este año que se llama “El Jaguar en el siglo XXI, perspectiva continental”, una revisión nueva de cómo está, ambos de su autoría.
Lo que hemos hecho es que si los dueños de la tierra nos muestran imágenes de jaguar, entonces les dan un apoyo económico por cada fotografía del jaguar que aparezca en su tierra, destacó.
Adelantó que investigan cómo producir café y cacao amigable con el jaguar, ya que estos productos se dan en condiciones de sombra, respetando los árboles grandes y la selva; no se mata a las especies de fauna silvestre que viven ahí.
Eso es suficiente para asegurar que el jaguar pueda vivir en esa zona, por eso, el cultivo de esos productos se convierte en amigable con estos felinos; y se espera que el año próximo se concrete ese proyecto, puntualizó Rodrigo Medellín, doctor en Ecología.