El alcalde Pablo Lemus explicó que para poder llegar a esta restauración, desde que inició la Administración el objetivo fue darle dignidad y un nuevo rostro al edificio de la Presidencia Municipal.
Por su parte, Guillermo Chávez Escobar, hijo del artista plástico, dijo que para él fue una gran sorpresa y regocijo ver una gran calidad en el trabajo de restauración, un trabajo muy minucioso y con mucha sensibilidad, con mucho talento.
“Además, llevado a cabo por talento tan joven de este equipo de chicas que están para las ligas mayores, los colores y texturas que se lograron rescatar y no perderse a pesar de que son 50 años de que se hizo este gran mural, pues ahora está de nuevo listo para seguir siendo admirado”, resaltó.
A su vez, Karla Alicia Jáuregui Arreola, encargada del proyecto de restauración, que se ejecutó en dos meses, y de un equipo integrado por seis restauradoras, explicó lo complejo que fue la intervención al mural por el daño acumulado que tenía.
“Como técnica constructiva para el soporte de esta pintura el aglomerado, paneles sobre los que el artista pintó con acrílico, colocados sobre una estructura metálica sostenida con clavos, el uso de este material es lo que hace compleja su conservación porque el aglomerado es una material susceptible a la humedad”, indicó.
La especialista agregó que también el uso que se le da al mural por parte de las personas que acceden a las escaleras ocasionó muchos daños.
Jáuregui Arreola relató que para la restauración realizaron una investigación exhaustiva para determinar qué materiales que utilizó el artista para utilizar lo más semejante posible, en compatibilidad con los originales. Además, se integraron a la capa pictórica para una mejor apreciación de los colores.
“Se habla de los resultados estéticos, pero algo muy importante de mencionar es la estabilidad que se logró en toda la capa pictórica que se estaba desprendiendo, en suma todo esto y el tratamiento que se hizo, ayuda mucho a que también los usuarios valoren la obra y disfruten de ella”, dijo.
Es importante destacar que el equipo restaurador entregó a la Administración un manual de recomendaciones para la conservación del mural y un informe con las memorias de las intervenciones a la obra.
El costo de la restauración fue de 289 mil pesos y se realizó bajo una licitación conforme a la Ley de Compras Gubernamentales, Enajenaciones y Contratación de Servicios del Estado de Jalisco y sus Municipios.
Asimismo los trabajos fueron supervisados por la Secretaría de Cultura de Jalisco (SCJ), a través de Julio César Herrera Osuna, director de Patrimonio Artístico e Histórico de la SCJ y de María Cristina Díaz Sánchez, restauradora.
Guillermo Chávez Vega a lo largo de su prolífica vida de artista realizó 25 murales en la ciudad de Guadalajara, y esta es una de las razones por las cuales en 2002 fue nombrado benemérito ilustre y sus restos fueron trasladados a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
Perteneció a una nueva generación de artistas entre los cuales decidieron hacer una ruptura al movimiento nacionalista que los precedía e incluyeron tendencias figurativas y decorativas según el inmueble.
Tal es el caso de la pintura en Palacio Municipal de Zapopan, la cual tiene figuras de movimientos sociales y revolucionarios a nivel nacional y universal. También fue un artista que experimento con nuevos materiales y técnicas.