México, 20 May (Notimex).- “La Gran Guerra y la memoria moderna”, de Paul Fussell, está considerado por la crítica internacional como uno de los 100 mejores ensayos del siglo XX. Su versión en español (Turner, Noema) de 480 páginas refiere al lector que la Primera Guerra Mundial marcó el nacimiento, en Europa, de una nueva conciencia.
Esta ruptura de los paradigmas de la sociedad occidental, advierte Paul Fussell, está en los orígenes de la modernidad y prefigura el relativismo contemporáneo, y rastrea los orígenes del cambio histórico a través de la obra de escritores ingleses que lo vivieron, como Robert Graves, Siegfried Sassoon, David Jones, Isaac Rosenberg y Wilfred Owen.
La obra tiene el rigor histórico y literario propio de Paul Fussell (Estados Unidos, 1924), historiador, escritor y profesor de literatura en la Universidad de Pennsylvania, quien quedó marcado por sus experiencias, a los 19 años, como oficial de infantería en Francia en 1945. Desde entonces ha buscado desmitificar el romanticismo de esa cruel batalla.
*****
“Canciones de amor. La historia jamás contada”, de Ted Gioia, es otra novedad dentro del catálogo de Turner, Noema, que lleva a recorrer historia escondida, la de las canciones de amor, que se parece mucho a la historia del amor. Tras más de dos décadas de ardua investigaciones, notas, búsqueda en archivos y viajes, Gioia hoy presenta un libro único.
Ofrece toda una historia cultural del romanticismo a través de la música que parece brotar directamente del corazón. Los cantos propios de los esclavos y las esclavas, las coplas de los trovadores, los lamentos del blues o los golpes de pelvis de aquel chico de Tupelo, Mississippi tienen algo en común, mostrados aquí con el pulso narrativo de Ted Gioia.
Es una historia en la que se mezclan también la censura, los conflictos generacionales, la moda, los roles de género, y en la que siempre triunfa el amor, o al menos la canción de amor. El libro tiene el plus de la acendrada formación académica del autor, compositor, músico, crítico, historiador y productor musical; la gran autoridad en su tema de estudio.
*****
“El africano de Groenlandia”, de Tété-Michel Kpomassie, (Turner, Noema) revisado y ampliado con un nuevo posfacio del autor escrito en 2014. Es la primera edición en español de un clásico de la narrativa de viajes y culturas. Tété: “Me preocupaba su primera reacción al verme descender del barco… óun negro! Jamás habían visto un hombre de mi raza”.
En 1966 los esquimales de Groenlandia tenían muchos términos para el color blanco, pero la piel negra de un joven africano era lo nunca visto allí. Y la sorpresa aumentó cuando el joven africano les contó que llevaba ocho años viajando, haciendo trabajos de supervivencia entre un tramo y otro, para llegar por fin al Polo Norte desde el Togo.
La improbable aventura de Tété-Michel Kpomassie, el primer viaje que realiza y narra un joven africano a las tierras de Groenlandia, se convirtió desde su aparición en 1981 en un relato de culto, el testimonio fascinante de dos modos de vida casi extintos hoy. Y sigue conmoviendo a sus lectores con su narración interesante, ingenua y divertida.
*****
“La montaña festiva”, de Alisa Ganíeva (Turner, El Cuarto de las Maravillas), refiere de un tumulto en la redacción del periódico: Dicen por ahí que el gobierno de Rusia está construyendo una muralla para aislar el Cáucaso del resto de la Federación. La montaña festiva es, desde luego, una novela realista, aunque tenga una premisa, digamos distópica.
Aquí hay disturbios, protestas y asambleas organizadas por grupos religiosos y étnicos para hacer frente a la crisis, hay solidaridad y hermandad, hay armas y extremistas. En el fondo, la política de la ex Unión Soviética con sus muertos y desaparecidos. “Shamil”, se mantiene impasible cuando “Madina”, su novia, marcha con los salafistas a las montañas.
Todo esto pasa en el exótico y montañoso Daguestán, lugar del que el lector podría no haber oído hablar, si bien el libro va de un joven que intenta darle sentido al absurdo, sobrevivir, cuidar a sus amigos y enamorarse, como hace la gente en todas partes. Y allí otro motivo por los que la primera novela de Alisa Ganíeva (1985) es un tour de force.
*****
“Producciones Kim Jong-Il presenta...”, de Paul Fischer, narra cómo antes de volverse el dictador más famoso del orbe, Kim Jong-Il dirigía el Ministerio de Propaganda de Corea del Norte. Desde allí, informado sobre la relación entre política y espectáculo, concebía, escribía y producía todas las películas norcoreanas, las únicas que podían verse en el país.
Y allí sufría la comparación que él mismo hacía de sus cintas con los “blockbusters” estadounidenses que tanto admiraba y que, como todas las producciones de Occidente, pirateaba para su particular y exclusivo consumo. La industria fílmica del vecino del sur también era motivo de admiración y piratería, pero sobre todo lo era de enorme envidia.
Así, el amado líder dio con el recurso ideal para la industria nacional: El secuestro de la actriz más famosa de Corea del Sur y de su exmarido, el más aclamado director de cine del otro lado de la frontera. Juntos iban a producir una de las películas más denostadas y celebradas de la historia, “Pulgasari”, una de esas que merecen la calificación de culto.