Barcelona (España), 2 feb (EFE).- La codorniz podría ser el reservorio desconocido del virus Toscana (TOSV) y del siciliano de la fiebre por flebótomo (SFSV), unos patógenos transmitidos por mosquitos que pueden infectar a animales domésticos y que también causan enfermedades en humanos.
Esta conclusión se desprende de un estudio dirigido por Jordi Serra-Cobo, profesor de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad española de Barcelona, y Remi Charrel, de la Universidad de Eix-Marsella (Francia) y que publica la revista Frontiers in Microbiology.
Según explica Serra-Cobo, es la primera vez que se encuentran anticuerpos neutralizadores de los virus TOSV y SFSV en pájaros salvajes.
"Hasta ahora no se conocía cuál era el reservorio de estos dos virus, pese a que se buscaba desde hace años. Se habían propuesto perros y murciélagos como reservorio, pero los resultados mostraron que no lo eran", dice el experto en estudios epidemiológicos con murciélagos como reservorios naturales de agentes infecciosos como los coronavirus.
Los virus TOSV y SFSV pertenecen al género Phlebovirus y se consideran patógenos emergentes.
Son virus esféricos, tienen una cadena sencilla de ARN -con una alta tasa de mutaciones- y se transmiten por picaduras de mosquitos (género Phlebotomus), unos insectos presentes sobre todo en las zonas más cálidas y secas de la península Ibérica.
Estos virus se encuentran en la mayoría de países mediterráneos de Europa occidental, además de Chipre y Turquía.
Según Serra-Cobo, sin ninguna vacuna eficaz, las medidas de vigilancia epidemiológica, control y prevención para evitar las picaduras de los flebótomos son decisivas por no contraer las infecciones víricas que provocan.
"Tanto el TOSV como el SFSV se han detectado en un variado número de animales domésticos (perros, gatos, cabras, caballos, cerdos, vacas), pero también pueden infectar a los humanos y causar enfermedades", advierte el investigador.
En el caso de los humanos, las infecciones por flebovirus no suelen presentar síntomas y con frecuencia originan un cuadro febril de tres días —fiebre pappataci— muy similar a una gripe.
Según Serra-Cobo, "el SFSV puede ocasionar un periodo con mucha fiebre pero de corta duración, acompañado de dolor de cabeza, erupción cutánea, fotofobia, dolor retroorbitario, mialgia y malestar general".
"El TOSV -añade- puede causar las mismas manifestaciones que el SFSV, pero también puede ser responsable de varios signos neurológicos centrales o periféricos, como meningitis y encefalitis. De hecho, parte de las encefalitis producidas en verano son ocasionadas por el TOSV".
Los resultados de este estudio señalan que los pájaros podrían ser el reservorio o agentes amplificadores de estos virus, que, transmitidos por mosquitos, pueden afectar a personas, pero en concreto, el trabajo pone de relieve el papel relevante de las codornices (Coturnix coturnix) en la dinámica de infección de los flebovirus.
"Las aves migratorias tienen un papel importante en la transmisión de enfermedades por su gran movilidad de una zona a otra, lo que las convierte en potenciales vectores de enfermedades que pueden afectar a los animales domésticos y la salud humana", recuerda el investigador.
"La codorniz común es una especie migratoria y también cinegética, lo que potencia la posible transmisión de enfermedades por contacto directo a través de la cadena alimentaria. En este contexto, la detección periódica de patógenos es de gran importancia para predecir futuros riesgos de enfermedades tanto para la vida salvaje como para los humanos", concluye.
La codorniz, un reservorio desconocido de los virus Toscana y siciliano
02
de Febrero
de
2023
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