Ante cientos de personas que se dieron cita en las principales calles y avenidas del centro, más de 10 grupos de convites participaron en la celebración que realiza este recinto y a la cual se sumaron los mercados 20 de noviembre, Benito Juárez, entre otros.
Partiendo de la Central de Abasto hasta llegar al Zócalo de la Ciudad, mujeres y hombres locatarios mostraron a visitantes nacionales y extranjeros, el arraigo de sus tradiciones y la calidez de los oaxaqueños al invitarlos a unirse a su celebración.
Cremerías, zapaterías, comedores, tiendas naturistas y hasta una que otra tienda importante a nivel nacional, formaron parte de la Calenda donde como agradecimiento por su preferencia, obsequiaron a los presentes, dulces de todas formas y sabores.
Portando sobre la cabeza una cesta decorada con papel picado, las mujeres comerciantes llevaban en su canasta dulces, trastes de plástico, pan y comida que iban ofreciendo durante el recorrido a los curiosos quienes con el celular tomaban fotos y videos, y únicamente cuando aventaban algún dulce, bajaban el teléfono para lograr atrapar un caramelo.
Con un sol apremiante y una canasta con trastes de plásticos sobre la cabeza, la señora Benina, comerciante de frutas y legumbres del mercado de abastos, comentó que este evento forma parte de los Lunes del Cerro de la Guelaguetza y tiene como finalidad el mantener vivas sus tradiciones.
"Está es una tradición para que los que van creciendo no la pierdan, porque es muy bonita y alegre", dijo.
Sin embargo, durante el recorrido se puede atestiguar que las nuevas generaciones ya forman parte de esta arraigada celebración.
Vestida de china oaxaqueña y con una pequeña canasta con unos cuantos dulces sobre su cabeza, la pequeña Sofía, acompañada de su mamá y su hermana, desfiló junto al convite de la zona seca del mercado de abasto.
"Nosotras tenemos 10 años trabajando en nuestra refresquería en el mercado. Mis hijas están participando, porque es importante que mantengamos las tradiciones para que cuando ellas sean mayores hagan lo mismo con sus hijos", comentó Andrea, la mamá de Sofía.
Además de las hermosas chinas oaxaqueñas y de las istmeñas, los monos de calenda, enormes muñecos elaborados de carrizo y papel periódico, que son llevados por hombres, fueron los protagonistas de la gran celebración al divertir a los presentes con sus singulares vestimentas y rítmico movimiento al sonido de los tambores y las trompetas.
Las actividades continúan en la Guelaguetza 2017, la máxima fiesta de los oaxaqueños que en su 85 edición, se realiza del 1 al 27 de julio.