Al participar en el Seminario Perspectivas Económicas 2017 dijo que la tendencia al alza que inició la inflación desde octubre del año pasado, sólo es un ajuste en precios relativos que no implica un incremento sostenido y generalizado de los precios.
Señaló que el ajuste al precio de las gasolinas, el aumento al salario mínimo y la depreciación del tipo de cambio, si llevarán a una mayor inflación durante 2017, pero será un efecto transitorio, y no se espera que se generalice el impacto.
Sin embargo, precisó, las expectativas de inflación prevén una disminución en los precios al consumidor en 2018, y el promedio de los próximos cuatro años está dentro la banda del Banxico, de 3.0 por ciento, más/menos un punto porcentual.
“Lo que se espera es una desviación temporal de nuestra banda, va a estar por arriba de 4.0 por ciento por gran parte de este año; posteriormente irá convergiendo al 4.0 por ciento, eso se ve al cierre de este año, pero para 2018 la inflación estaría convergiendo a un nivel muy cercano al 3.0 por ciento, que es el objetivo central del Banxico”, añadió.
Así, sostuvo, “no estamos viendo un fenómeno inflacionario”, ya que no hay un crecimiento generalizado ni sostenido de los precios, pero el Banxico estará vigilante para responder en caso de que vea un peligro de afectación en las expectativas de inflación de mediano y largo plazo.
En cuanto al incremento que registraron los precios de las gasolinas a partir del 1 de enero, como parte del proceso de liberalización de ese mercado, Carstens consideró que es “una medida adecuada”, como parte de las reformas estructurales.
Comentó que cuando el precio de las gasolinas se ajusta, es inevitable que genere volatilidad, pero confió en que tendrá un impacto bajo y temporal en la inflación, como cuando se pasó de un régimen de tipo de cambio fijo a uno flexible.
En el evento organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el banquero central estimó que el proceso de liberación del precio de las gasolinas servirá para una mejor asignación de productos, y contribuirá a desarrollar el mercado de energéticos en México.
Esto, agregó, es doblemente importante para México ante la perspectiva de que algunos mercados en el exterior pudieran cerrarse, pero si se abren nuevos mercados aquí de manera dinámica sería sumamente valioso, aunque es este entorno es importante mantener la fortaleza fiscal.
Subrayó que Banxico estará atento para tratar de limitar el impacto del alza de las gasolinas, a fin de que no afecte de manera desproporcionada a la inflación esperada y queden bien ancladas las expectativas y las manifestaciones indirectas de esta medida, a fin de que la inflación se mantenga cerca del objetivo.
En sesión de preguntas, se refirió a su decisión de renunciar al Banxico para incorporarse como gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) a partir del 1 de octubre de 2017.
La invitación que recibió del BIS y aceptó, dijo, es un privilegio para él y un reconocimiento a lo que ha hecho México en materia de política monetaria, y pidió no preocuparse porque deja el Banxico, ya que “están en buenas manos”, pues cuenta con un diseño institucional que permite dar continuidad a sus decisiones, a través de su Junta de Gobierno.