La cifra resultó 8.72 por ciento mayor en comparación con los casos registrados en 2017, cuando se integraron 144 carpetas, según datos de la Fiscalía General del Estado, y se espera un incremento hacia finales de 2019.
“No hay producto (agropecuario) que se escape de la delincuencia en nuestro país, y los aguacateros han tenido serios problemas”, manifestó el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega Valladolid, en entrevista con Notimex.
Afirmó que la inseguridad es un problema preocupante en varios sectores productivos desde hace muchos años, y el campo agrícola no es la excepción, pues los productores se enfrentan al robo de mercancía, maquinaria y equipo, asaltos, secuestros, extorsión, e incluso son víctimas del narcotráfico.
Cualquier empresario o productor, dijo, se encuentra en condiciones de riesgo al estar en campo abierto y con una superficie, volumen de producción y cantidad de hectáreas que sean medibles para los grupos delictivos.
“Estamos muy expuestos en el campo porque la gente se entera de quién es el que produce más y, aunado a ello, los equipos de seguridad y presupuestos han disminuido. No está fácil y hoy por hoy el campo la está pasado mal”.
Michoacán ocupa más de 80 por ciento de la producción nacional del llamado “oro verde”. En 2017 produjo un millón 565 mil 896 toneladas del fruto, lo que significó un incremento de 40.1 por ciento en comparación con 2012, de acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Pero los productores han sabido colocar al aguacate como el producto “estrella” del agro y de las divisas traídas para México. Solo los integrantes de la Asociación de Productores y Empacadores de Aguacate de México (APEAM) exportaron 869 mil 57 toneladas a Estados Unidos durante la temporada 2017-2018.
En ese periodo también traspasaron las fronteras 153 mil 769 toneladas para desembarcar en otros mercados externos, como Canadá y China, donde la demanda ha crecido de manera constante.
“Oro verde” para delincuentes
En opinión del presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera, las divisas por el aguacate han sido superiores a las del petróleo en los últimos años, lo que lo convierte en uno de los productos mexicanos más cotizados a nivel mundial.
Pero ello ha atraído a las bandas delincuenciales que operan en Michoacán, como los Caballeros Templarios y el Cártel Jalisco Nueva Generación, y “lamentablemente ha trastocado a la industria en los últimos cinco años”.
Refirió que los pequeños y medianos productores han sido obligados a pagar un “derecho de piso” o “cuota” de 50 a 100 mil pesos, aunque las cantidades llegan a ser superiores para continuar tranquilos con sus labores de siembra en la entidad.
En entrevista con Notimex, el líder de la Anpec señaló que los asaltos a transporte de carga pesada siguen siendo otro de los flagelos que enfrenta la industria, toda vez que “no hemos podido garantizar al ciento por ciento el paso en las carreteras federales”.
Al 30 de abril de 2019 se reportaron cuatro mil 134 robos a transportistas, de los cuales 89.9 por ciento fue con violencia y 10.1 por ciento sin violencia, reveló el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Lo anterior representó un incremento de 6.0 por ciento en comparación con los registrados en el mismo periodo de 2018, cuando se contabilizaron tres mil 893 casos.
Esas cifras no están lejos de las reportadas (cuatro mil 640) en el mismo periodo por el Centro de Inteligencia de Cadena de Suministro de SensiGuard (SCIC), donde la región centro concentró la mayor cantidad de delitos, seguida de las zonas occidente y noreste.
Los estados de Puebla y de México han sido los de mayores incidencias delictivas desde 2017, y hoy concentran 58 por ciento del robo de carga a nivel nacional, lo que representó un alza de 15 por ciento contra el primer trimestre de 2018.
¿Y los secuestros?
El presidente del CNA, Bosco de la Vega Valladolid, sostuvo que la inseguridad es un grave problema del tejido social y, con ello, “los secuestros exprés están a la orden del día” para los productores y sus familias que viven de sus cosechas del fruto verde.
“Antes lo hacían con los capitales más importantes, pero ahora lo hacen por nada”, y piden cantidades que van de 10 mil pesos a 50 millones de pesos por un secuestro.
Sin embargo, indicó, el miedo a denunciar es una de las razones por las que se carece de estadísticas reales sobre este tipo de delito en el campo agrícola de México, pues los delincuentes amenazan con tomar represalias con algún otro integrante de la familia.
“Aquellos que han denunciado han sufrido de familiares secuestrados o muertos. Ese es un hecho que no tiene reversa y tiene un costo muy elevado”, coincidió Cuauhtémoc Rivera, al reiterar que esas organizaciones delictivas buscan “sangrar a la industria” para tener recursos y financiar sus operaciones.
De la Vega Valladolid añadió que los representantes del sector privado trabajan en la actualidad con autoridades del gobierno federal para revertir esa tendencia de inseguridad, y confió en que la puesta en marcha de la Guardia Nacional sea un aliciente al respecto.