Concluyen mural creado por Raúl Anguiano para el IPN

16 de Diciembre de 2015
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México, 16 Dic (Notimex).- El mural “La evolución del Instituto Politécnico Nacional a través de 70 años”, que el escultor mexicano Raúl Anguiano (1915-2006) dejó inconcluso, fue terminado gracias a una recreación digitalizada realizada por Alejandro Caballero, uno de sus últimos discípulos.

Ubicado en la Coordinación General de Formación e Innovación Educativa (CGFIE), en Zacatenco, el proyecto que Anguiano concibió en 2005 pero que no se pudo realizar in situ debido a su fallecimiento, se concluyó a través de bosquejos, dibujos preparatorios, anécdotas y un minucioso estudio de su forma de trabajo.

El encargado de dar continuidad a la obra fue Alejandro Caballero, quien retomó el espectro cromático de la paleta de Anguiano, aspectos técnicos y conceptuales para la reproducción fiel de la obra original, señaló el IPN en un comunicado.

Al respecto, Caballero explicó que después del acaecimiento del artista jalisciense, su viuda Brigita Anguiano le pidió que fuera él quien “continuara sus trazos en el muro y para mí fue un gran honor. El maestro amó al Politécnico y esta creación fue su legado para él”.

El fundador de la Escuela al Aire Libre Tepito, aclaró que aunque él trazó con mis manos la obra, el artífice y creador intelectual fue Anguiano, a quien se rinde homenaje con este trabajo en el centenario de su nacimiento.

Agregó que en su quehacer artístico, Anguiano quiso reflejar su interés por la educación, la ciencia y el progreso del país. “Él decía que los jóvenes le daban vitalidad, lo retroalimentaban. Los estudiantes deben ver este mural con un gran entusiasmo y mucho orgullo, pues fue realizado por uno de los últimos exponentes del muralismo mexicano”.

Sobre los motivos contenidos en esta pieza de gran formato, acotó, se encuentran un engrane con el logo del IPN, la figura central de Lázaro Cárdenas, acompañado por Juan de Dios Bátiz, Luis Enrique Erro, Miguel Bernard, Carlos Vallejo y Wilfrido Massieu.

Además de la serpiente emplumada en alusión al dios Quetzalcóatl y otros elementos que, según su discípulo, son símbolos que conjuntan la ideología y vida del Politécnico.

El deporte es otro de los elementos presentes en esta creación de gran formato. “El maestro era muy deportista y quería incluir a jugadores de fútbol americano de las Águilas Blancas, el equipo de tradición del IPN”, expresó Caballero.

Además de sumarse la presencia del burro blanco, uno de los símbolos más queridos y reconocidos de la institución, que refleja el gusto de Anguiano por plasmar la figura de los animales en su obra.

Caballero recordó que conoció a Anguiano cuando éste trabajaba en la Secretaría de Educación Pública, con el mural Encuentro de dos culturas o mestizaje, en 1993. “Él fue un hombre amable, pero también muy enérgico, además sumamente disciplinado; ya siendo adulto aprendió a hablar tres idiomas. Creo que son virtudes que los jóvenes tienen que aprender como parte de su herencia”.

Cabe señalar que la reproducción del mural forma parte de la exposición “Raúl Anguiano, viaje onírico de una vida”, la cual se encuentra en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet, donde se exponen 127 piezas que el artista realizara en alrededor de 20 técnicas.

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