En un comunicado, la OMS precisó que la campaña de inmunización se realiza bajo la dirección del Ministerio de Salud Pública de Burundi y se suministra en una primera instancia a personal de salud que trabaja en áreas prioritarias de la localidad de Gatumba, donde hay riesgo de transmisión por su cercanía con la RDC.
Explicó que los primeros en vacunarse son trabajadores de la salud, médicos, enfermeras, personal de laboratorio, entre otras personas que trabajan en los puntos de entrada en el país y podrían estar expuestos al virus del Ébola.
“La vacunación del personal de salud y de primera línea es un importante paso adelante en la preparación para la respuesta a esta enfermedad", destacó el doctor Kazadi Mulombo, representante de la OMS en Burundi.
La declaración destacó que la vacuna que se aplica en Burundi ha demostrado ser altamente protectora contra el virus del ébola en un ensayo realizado en Guinea en 2015, aún sin consideración de las autoridades reguladoras pertinentes.
“El Grupo de Asesoramiento Estratégico de Expertos sobre Inmunización recomienda que la vacuna rVSV-ZEBOV sea usado como parte de un protocolo sobre ampliado acceso y uso compasivo durante los brotes de Ébola que puede tener la cepa Zaire, como en la RDC. En Burundi, la vamos a utilizar para fines de prevención”, indicó.
Para la campaña de vacunación en Burundi, la OMS desplegó expertos y entrenó a 50 trabajadores nacionales de inmunización del Ministerio de Salud Pública y Control del SIDA, en la familiarización con los principios de buena práctica clínica y procedimientos de protocolo estándar.
Dicho conocimiento es necesario para la administración de la vacuna contra el Ébola e incluye la capacitación para llevar a cabo la vacunación en anillo, es decir sólo en aquellas personas que tienen más probabilidades de infectarse, en caso de que algún paciente con ébola sea reportado en Burundi.
La OMS subrayó que hasta ahora no hay casos de Ébola en Burundi, pero recordó que la preparación sigue siendo crucial para garantizar la cadena de frío y facilitar el suministro de insumos y equipos necesarios para llevar a cabo la campaña de vacunación.
Además, el personal de la OMS apoya al gobierno de Burundi en relacionarse con las comunidades, la vigilancia activa basada en la comunidad, el desarrollo de capacidades para la prevención de la infección y la gestión de casos y controles y de la difusión de información sobre el virus a través de los medios de comunicación.
El brote actual de ébola es el décimo que la RDC ha sufrido y el peor desde su aparición en una parte remota del país en 1976, cuando la rara enfermedad fue controlada rápidamente con el aislamiento de pacientes, puestos en cuarentena.
El virus del Ébola, una enfermedad grave y aguda, que a menudo es mortal si no se trata, tiene una tasa promedio de letalidad de alrededor del 50 por ciento, y es transmisible por contacto con la sangre o los fluidos corporales de animales infectados (generalmente monos o murciélagos de la fruta).
Sus síntomas suelen comenzar entre los dos días y las tres semanas después de que el paciente contrajo el virus, con la presencia de fiebre, dolores musculares, de garganta y cabeza, después siguen náuseas, vómitos, y diarrea, junto con fallo hepático y renal, y final sufre complicaciones hemorrágicas.