Pobreza y falta de acceso a educación incide en inactividad de jóvenes

08 de Septiembre de 2018
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Monterrey, 8 Sep (Notimex).- Un estudio de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) señala que las condiciones de pobreza y rezago social, junto con la falta de acceso a educación y seguridad social, inciden en la inactividad productiva de los jóvenes de 15 a 24 años de edad.

La institución educativa resaltó en un comunicado que el tema de los llamados jóvenes ninis se ha vuelto preocupante, pues se relaciona con una serie de problemas, tales como los altos índices de violencia, la pérdida de valores y las adicciones.

Refirió que Ernesto Aguayo Téllez y Gloria Mancha Torres, investigadores de la UANL, encontraron que las condiciones desfavorables de pobreza y rezago social son un determinante importante de que los jóvenes caigan en condición de inactividad educativa y laboral.

A través del estudio “El entorno de pobreza y la condición de inactividad en los jóvenes del Área Metropolitana de Monterrey”, exponen que la falta de oportunidades laborales, acceso a educación y servicios de salud, así como la carencia de infraestructura pública o condiciones del hogar influyen en la generación de ninis.

Mancha Torres indicó que “observamos que algunas de estas concentraciones de ninis están en áreas más retiradas, algunas donde no hay centros de trabajo cerca, no hay escuelas, infraestructura, parques y otro tipo de movilidad.

“A veces no es fácil que estos chicos vayan a estudiar en donde sí está la infraestructura; esa es una de las características que se observaron”, indicó.

Externo que, reconocidos como un activo para el desarrollo, los jóvenes de 15 a 24 años de edad representan el 18 por ciento de la población mundial.

En Nuevo León, detalló, hay cerca de 28 mil jóvenes de 15 a 24 años de edad que no estudian, ni trabajan, ni realiza alguna otra actividad con valor.



“El objetivo es conocerlos, buscar quiénes son y cómo se les puede apoyar; qué es lo que podemos hacer como sociedad, qué políticas públicas podemos buscar para tratar de ayudar a este grupo”, subrayó.




Por su parte, Aguayo Téllez mencionó que “empezamos a ver el porcentaje de jóvenes que están en estas condiciones de inactividad, no como algo que ellos buscan, sino como una consecuencia de la situación económica y social”.

En el estudio, dijo, se encontró que la mayor concentración de ninis se ubica en las zonas norponiente y poniente del área metropolitana de Monterrey, lugares donde predominan las viviendas de escasos recursos o marginadas.

Las concentraciones con bajos porcentajes de ninis se ubican en la zona sur de Monterrey y en San Pedro, donde predominan las viviendas residenciales y de altos ingresos, agregó.

Comentó que encontraron que un porcentaje elevado de ninis en un vecindario contribuye a la existencia de porcentajes elevados de ninis en los vecindarios cercanos y viceversa, principalmente a una distancia de un kilómetro.

“Con herramienta matemática y estadística empezamos a ver si ser nini, en cierta manera, se transmite a otras colonias alrededor y, efectivamente, encontramos que hay un ‘efecto contagio’, indicó.

Sostuvo que “es importante encontrar estas concentraciones, porque eso permite generar política pública focalizada que no solo ataque las causas de esta condición en los jóvenes”.

Los resultados del estudio, puntualizó, reiteran la necesidad de enfocar esfuerzos en la reducción de la pobreza, rezago social, y de sus componentes, como la falta de acceso a educación y seguridad social.

“Proponemos y urgimos a los hacedores de política a ver que no se trata de combatir la condición de ninis en general, sino hacer un trabajo focalizado “, dijo.

Expresó que “eso va a tener un impacto, no solo en la zona donde hay concentración, sino que alrededor se va a ir permeando este aspecto”.

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