Mientras municipios como Corregidora, encabezado por Chepe Guerrero, y la capital del estado, dirigida por Felifer Macías, han comenzado sus administraciones con un fuerte impulso en favor de la ciudadanía, San Juan del Río parece moverse a un ritmo diferente. Esta percepción también contrasta con el trabajo que el gobernador Mauricio Kuri ha impulsado en el estado, una ruta que otros alcaldes, al menos los de su partido, deberían seguir.
Gran diferencia ocurre en Tequisquiapan, con Héctor Magaña del partido Morena, y Pedro Escobedo, con Beto Nava, quienes desde antes de asumir sus cargos han mostrado compromiso con acciones y obras concretas. Sin embargo, en San Juan del Río, donde Roberto Cabrera encabeza su segundo mandato, la energía y la acción decisiva parecen ausentes. A casi tres semanas del inicio de esta administración, no se ha visto un avance significativo más allá de los servicios cotidianos.
La ciudadanía exige más y mejores servicios, y algunos funcionarios, pese a haber sido solo reasignados a otros cargos, no han mostrado el cambio que se esperaba. La actitud de algunos servidores públicos también es un problema: en lugar de ser cercanos y comprometidos, adoptan una postura arrogante, lo que contradice la imagen de eficiencia que Cabrera intenta proyectar.
Además, la falta de designación de comisiones entre los regidores entrantes ha generado quejas y ha obstaculizado un trabajo organizado. El alcalde debe tomar medidas inmediatas para corregir estas áreas de oportunidad. Un arranque lento no es aceptable en un gobierno que busca ser eficiente y cercano a la ciudadanía en un segundo mandato.
Es momento de que Roberto Cabrera y su equipo aceleren el paso y muestren el compromiso que otros municipios han demostrado desde el principio. La ciudadanía de San Juan del Río merece un gobierno que no solo cumpla con lo esencial, sino que trabaje activamente por su desarrollo. ¿Qué piensa usted?