Lo interesante que se generó esta semana fue la declaración del delegado de la zona Felipe Carrillo Puerto, Alberto Rojas Loreto, respecto a los trabajos que se están llevando a cabo de regularización de comercios en la zona de Mompaní, del municipio de Querétaro.
Y es que el funcionario comentó que se busca promover la regularización de las licencias de funcionamiento para que establecimientos de comida, botanas y de venta de bebidas alcohólicas puedan operar conforme a la ley.
Fue muy interesante escuchar al delegado cuándo aseguró que se busca “devolver a esta zona el carácter de espacio de convivencia familiar”.
Máxime, cuando la zona de Mompaní ha sido considerada una de las más impunes de la capital; pues cada fin de semana, se pueden ver a los comercios vendiendo alcohol a diestra y siniestra, tengan o no tengan licencia de funcionamiento.
Tan solo en la pandemia por COVID-19, tras las disposiciones de confinamiento y uso de cubrebocas, Mompaní era una zona sin reglas y sin respeto por las normas que buscaban prevenir el contagio, dado que no había uso de cubrebocas, sana distancia, y sobre todo, no existían las prohibiciones de venta de alcohol.
Lamentablemente, también en Mompaní se han visto desde agresiones entre particulares, hasta actos donde los comerciantes han impedido la labor de las autoridades en recorridos de inspección.
Por supuesto, Mompaní cuenta con diversos atractivos que la vuelven un espacio viable para la convivencia familiar; pero menuda tarea se han echado al hombro las autoridades queretanas, por querer resolver este tema en una “zona sin ley”.