El trío de violinistas Villalobos Brothers (Hermanos Villalobos) está dando de qué hablar principalmente en la llamada "Gran Manzana", pero no gracias al apoyo de becas del gobierno o al patrocinio de alguna institución o la iniciativa privada, sino a su talento, esfuerzo, dedicación, pero sobre todo a la curiosidad y ganas de desafiarse a sí mismos.
Así lo considera Humberto Flores, director artístico de este grupo de virtuosos que ha llevado al son huasteco, al son jarocho, la música de mariachi, al jazz y hasta al blues a un nivel único y original por cual hoy están postulados al premio Grammy Latino por su sencillo Somos.
Los hermanos Villalobos tuvieron que dejar mucho en su natal Xalapa, en el estado de Veracruz, empezando por su familia y su gente, para llegar a la "ciudad que nunca duerme" y alcanzar el llamado “sueño americano” que todo migrante anhela.
“Todos somos originarios de Veracruz y tenemos la formación en música clásica en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana. Nuestra carrera nos llevó a estudiar el posgrado y ahí fue cuando comenzamos a incursionar en circuitos de mayor competencia. La curiosidad de seguir con proyectos de alto nivel nos llevó a movernos a la ciudad de Nueva York.
”Estamos acá desde el año 2000, primero llegó el hermano mayor hace 19 años a estudiar una maestría; durante sus estudios decidió establecerse por allá mientras el resto cursaba sus maestrías en Europa, pero al terminar se unieron", relató el también guitarrista del grupo a Notimex.
Humberto dejó claro que la peculiaridad de que existan tres hermanos violinistas les ha permitido que el proyecto avance, gracias a que hay una comunicación que va más allá de la música, situación que les facilita echar a andar un proyecto de música original.
Su debut en el Carnegie Hall, el 23 de octubre de 2005, en un concierto a beneficio de la comunidad judía The Shul of New York, resultó el parteaguas para que dieran a conocer no solo su música, sino su virtuosismo y sobre todo su estilo.
La mayoría de sus composiciones incluyen armonías a tres violines, con patrones melódicos ejecutados por alguno de los hermanos y armonizados en contrapunto.
Incluso Villalobos Brothers destaca porque ha creado un estilo de tocar al que ha llamado "Cenzontle" o "fast chatting violin" en inglés, el cual consiste en ejecutar una sucesión de notas que imitan el sonido de la voz humana acompañados de elementos percusivos que hacen en las tapas del instrumento.
Estos mexicanos que decidieron instalarse en Nueva York y hoy se autoproclaman “ciudadanos del mundo” han conseguido no solo distinciones y reconocimiento de la comunidad neoyorkina.
Han trabajado al lado de artistas como Lila Downs, Paloma San Basilio, Dolly Parton, el argentino León Gieco, la alemana Leni Stern, Paddy Moloney and The Chieftains, Bruce Springsteen, al igual que el compositor, pianista y arreglista puertorriqueño Eddie Palmieri.
También con la cantante afrocubana Graciela Pérez Grillo, pionera del jazz latino en Estados Unidos; así como el productor, músico y compositor brasileño César Camargo Mariano, por mencionar algunos artistas de renombre.
Para triunfar, deja claro Flores, se necesita “un poco de curiosidad y de desafiarse a uno mismo”.
“Nos tocó hacerle frente a una vida tan distinta, dejar la zona de confort; acá se nos abrieron posibilidades e invitaciones para ser atrilistas de orquestas, pero la curiosidad e inquietud de llegar más allá, de tener una voz propia -en este caso componiendo música original- fueron muy determinantes para establecernos en otro país”, dijo el guitarrista del grupo, que se ha presentado en festival de prestigio como el de Jazz en Montreal.
Hermanos Villalobos ha tocado también durante el sexagésimo aniversario de la Organización de las Naciones Unidas, en el Rockefeller Center, el Lincoln Center y el estadio Shea del equipo de béisbol Mets de Nueva York, entre otros foros; el martes 23 de julio presentará su más reciente material discográfico en el Brooklyn Bowl de Nueva York.
“Somos es un contenido diverso en el que se encuentran canciones con temáticas que van desde tradiciones jarochas, hasta tributo a los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, un material que toca las raíces de nuestro México. Se trata de canciones inspiradas en el abuso de poder, a la desaparición de periodistas, etcétera”, concluyó Flores.