El proyecto de ley, denominado “Anti-Fake News 2018” condenaría a los infractores con multas de hasta 500 mil ringgits (más de 128 mil dólares), 10 años de prisión o ambos a todos aquellos que elaboren, ofrezcan, circulen, impriman o publiquen noticias falsas o publicaciones que contengan este tipo de información, según un reporte del sitio Malay Mail.
La iniciativa, que debe ser aprobada por el Parlamento esta misma semana, fue duramente criticada por considerar que apunta a silenciar la disidencia antes de las elecciones generales de agosto próximo y frenar los informes sobre la investigación contra el primer ministro, Najib Razak.
El jefe de gobierno malayo se ha visto envuelto en escándalos relacionados con un fondo de inversión estatal, por lo que sus oponentes argumentan que la ley propuesta contra las “noticias falsas” podría limitar los informes de los medios sobre la investigación.
El proyecto de ley define como “noticias falsas” a toda historia, información, datos e informes que sean total o parcialmente falsos, que se difundida de manera impresa o en línea, por medios nacionales y extranjeros incluida notas, gráficos y grabaciones de audio, como podcasts y transmisiones de televisión y radio.
"La ley propuesta busca salvaguardar al público contra la proliferación de noticias falsas a la vez que se garantiza que se respete el derecho a la libertad de palabra y expresión en la Constitución Federal", indicó el gobierno en el proyecto de ley presentado este lunes al Parlamento.
Los funcionarios del gobierno aseguran que la ley es necesaria para proteger la armonía pública y la seguridad nacional, ante la constante práctica de la oposición de usar noticias falsas como arma clave para ganar votos en las próximas elecciones.
El proyecto de ley, similar a los que han sido propuesto en otros países vecinos como Filipinas y Singapur, fue criticado también por la organización Amnistía Internacional (AI), que considera “vaga” la definición del gobierno malayo de “noticia falsa”.
"Este proyecto de ley es un ataque contra la libertad de expresión. La vaga y amplia definición de "noticias falsas", combinada con severos castigos y arrestos arbitrarios para la policía, muestra que esto no es más que un evidente intento de proteger al gobierno de las críticas pacíficas”, afirmó James Gomez, director de AI para el sureste asiático y el Pacífico.
En una declaración publicada en la página web de la organización defensora de los derechos humanos, Gomez consideró que “este proyecto de ley debe ser eliminado de inmediato”.
"Malasia tiene un largo y preocupante historial de uso de sus libros legales para silenciar a los disidentes. No es coincidencia que esta ley haya sido presentada con elecciones generales a la vuelta de la esquina. Ya estamos viendo cómo el gobierno está cerrando el espacio para el debate público antes de las urnas”, subrayó.
El representante de AI consideró que es “profundamente inquietante" que las autoridades malasias estén utilizando el término general "noticias falsas" como una excusa para reprimir a los críticos.
“El proyecto de ley combina lo peor de la propaganda barata proveniente de Occidente y las leyes y políticas represivas en el Este. Con Singapur y Filipinas considerando su propia legislación de "noticias falsas", instamos a todos los países de la región a que se abstengan de seguir esta peligrosa tendencia", apuntó.