Para Emanuel Salvador, vendedor de coníferas en el Estado de México, las ventas no han sido tan rápidas como el año pasado, ya que árboles que se vendían en 2017 en 900 pesos, han pasado a mil 200 pesos, mientras que un árbol tipo Douglas, proveniente de Canadá alcanza un precio de hasta tres mil pesos, dependiendo el tamaño y calidad.
“De repente ha bajado la venta a comparación con el año pasado, los exportadores nos han dado más caro el árbol, y ya no está a los precios de antes, hoy son mucho más caros”, comenta a Notimex.
En ese sentido, apuntó que los precios han aumentado desde 300 hasta 500 pesos, dependiendo el tipo de árbol.
“Si hace un año comprábamos los árboles en 400 o 300 pesos la pieza, ahorita subió a 700 u 800, prácticamente se duplico el precio, lo que ha hecho que se venda mucho más lento”.
Los árboles que entran de manera legal al país, dijo, cuentan con certificaciones y especificaciones, por lo que es seguro comprar los pinos que vienen con las etiquetas correspondientes tanto del gobierno mexicano como del de origen.
“Tenemos un amigo que está en el otro lado (Estados Unidos), y de ahí nos los mandan a Tampico, y ya vamos por ellos. Los árboles vienen certificados y entran de manera legal al país, por lo que los costos se elevan aún más, sin embargo se asegura que vienen sin plaga y no son dañinos”, explicó.
Para su negocio, que inició hace siete años, Emanuel importa entre 800 y 900 pinos que llegan en un contenedor refrigerado, y se espera que en un periodo de dos semanas sean vendidos.
“Importamos alrededor de 800 o 900 árboles que llegan en un contenedor refrigerado y suelen venderse en semana y media, eso pasó hace un año, pero ahora no sabemos, las ventas van muy lentas, hoy la gente no quiere gastar tanto en un árbol”, abundó.
Sin embargo, destacó que la gente sigue optando por los árboles naturales debido a su belleza, color y aroma característico que inunda los espacios donde se instalan.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), las importaciones de árboles de Navidad provenientes de Estados Unidos se han incrementado considerablemente, alcanzando en el período 2008-2015 volúmenes superiores al millón de árboles por año.
La dependencia destacó que en las temporadas 2016 y 2017 las cifras disminuyeron considerablemente, cuando se importaron alrededor de 728 mil y 640 mil ejemplares, respectivamente, debido a diversos factores entre los cuales destacan: el elevado costo de los árboles, el tipo de cambio del peso-dólar y el costo del transporte.
Sin embargo, dijo, se estima que para este año haya una recuperación en el número de ejemplares de árboles navidad importados, por lo que las actividades de verificación e inspección se encuentran listas y preparadas para ello.
Así, del 5 de noviembre y hasta el 7 de diciembre, la Profepa redoblará sus actividades de verificación e inspección en los puntos fronterizos por donde ingresan los árboles de Navidad, como son: Mexicali y Tijuana en Baja California; Piedras Negras en Coahuila; Zaragoza en Chihuahua; Colombia en Nuevo León; Nogales y San Luis Rio Colorado en Sonora; y Nuevo Laredo y Reynosa en Tamaulipas.
El pasado 27 de noviembre, la Profepa detuvo precautoriamente un embarque con un total de dos mil 140 árboles de navidad, al detectar la presencia de insectos forestales, en la aduana de la ciudad de Nuevo Laredo, en Tamaulipas.
El retorno de dichos árboles se suman a los tres mil 865 detectados en la inspectoría de Mexicali en Baja California en días pasados, con lo que en total se han retornado a su lugar de origen (el estado de Oregón, Estados Unidos), un total de seis mil cinco árboles por contener diversas plagas.