México, septiembre (SEMlac).- El nuevo gobierno en Veracruz tendrá como el mayor de sus retos atender la catastrófica situación y el abandono del campo, antes su riqueza y desarrollo, que especialmente incide en la pobreza de las campesinas.
La intervención del narcotráfico, la pobreza de sus productores, el abandono de tierras, la compra del maíz para la subsistencia, es resultado de la indiferencia sistemática de los gobiernos federal y estatal, sostiene Rafael Vela Martínez, autor del Atlas Agrícola Veracruzano.
Esta catastrófica situación afecta más a las mujeres, a pesar del programa "La Mujer Rural", que hace seis años tenía por objeto mejorar su calidad de vida, promover y garantizar sus derechos económicos, sociales, políticos y culturales, así como consagrar medidas específicas encaminadas a acelerar la equidad entre el hombre y la mujer. No obstante, son cerca de 800.000 mujeres en pobreza rural con ingresos por debajo del salario mínimo, según Inegi.
Aurora María García Amaro, presidenta veracruzana del Consejo Nacional de Sociedades y Unidades con Campesinos y Colonos organizaciones campesinas, advirtió hace dos años del proceso de desmantelamiento de las instituciones de apoyo a las mujeres campesina; la reducción de presupuestos; y la desaparición de programas como las casas de apoyo de mujeres golpeadas, los programas de impulso productivo a la mujer rural y la desaparición de estancias infantiles que apoyaban a las mujeres trabajadoras en el sector urbano.
La fuerza laboral ocupada en Veracruz alcanzó las tres millones y medio de personas (38,2 % mujeres y 61,8 % hombres) con un salario promedio mensual de poco más de 5.000 pesos, alrededor de 250 dólares, apenas el salario mínimo. Las ocupaciones que concentran mayor número de trabajadores fueron las de apoyo a las actividades agrícolas; productores, empleados de ventas, despachadores y dependientes de comercio y trabajadoras del hogar.
Oficialmente, Veracruz tiene una tasa de desempleo de 1,66 por ciento.
El doctor Vela Martínez dijo que, por sus ideas críticas, el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez no sólo desestimó sus advertencias, sobre todo sobre la intervención del narcotráfico, sino que lo ha proscrito a pesar de ser reconoció integrante del Instituto de Investigaciones de Estudios Superiores, Económicos y Sociales (IIESES).
Explica que Veracruz ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en la aportación de riqueza al Producto Interno Bruto (PIB) Agropecuario Nacional, pero enfrenta una severa crisis agrícola alimentaria, que pauperiza gravemente a los veracruzanos, tanto del área rural como a la urbana, lo que será el gran reto para la gobernadora Rocío Nahle García.
En un amplio texto difundido a unos días de que Nahle García se haga cargo del gobierno veracruzano, el estudioso expone que existe un tremendo abandono del sector agrícola de Veracruz por la indiferencia oficial, lo que ha generado pobreza tanto rural como urbana.
En esta entidad, dice, los trabajadores del campo son los que más sufren, entre otras cosas porque Veracruz se especializó en sólo cuatro cultivos: caña de azúcar, café, limón persa, naranja y solo en temporada algunos frutales como el mango y la piña.
Hoy ya desplazó a la pobreza a los productores que no se dedican a esos cultivos y quienes abandonaron sus tierras. Actualmente el promedio de edad de los agricultores de la entidad es de 62 años, muchos de ellos analfabetos y, los que, si saben leer, tienen en promedio menos de cuatro años de primaria.
Narra que cuando cualquier persona llega a saber que Veracruz preserva más de 107 cultivos, podría pensar que hay una gran bonanza en el campo; sin embargo, solo hay cuatro cultivos comerciales, medianamente rentables. Y cunde la pobreza.
Reflexiona y señala que, paradójicamente, el maíz se siembra en los 212 municipios veracruzanos, pero la producción máxima llega a 9.281 toneladas cuando el consumo potencial estimado es de dos millones 702.576 toneladas, lo que significa que año con año es necesario comprar en el exterior más de dos millones 74.000 toneladas para satisfacer el consumo de los veracruzanos.
Agrega que toda la situación del campo es compleja y catastrófica, porque muchos productores siembran caña de azúcar, pero eso no les garantiza solvencia, puesto que sus niveles de productividad varían de distrito a distrito y de municipio a municipio.
Pone de ejemplo que los rendimientos internacionales son de 110 toneladas de azúcar por hectárea, pero en la entidad pocos logran 62 toneladas, la gran mayoría anda alrededor de las 50 toneladas y hay muchos que incluso llegan apenas a 40 toneladas.
Veracruz era gran productor de azúcar y llegó a concentrar más del 50 por ciento de los ingenios, ahora, a quienes siembran la caña, lo único que se les garantiza es la venta de su producto, que son los ingenios azucareros, y es evidente que no pueden sobrevivir porque no existe una asistencia técnica, innovación tecnológica aplicada, apoyo crediticio y, sobre todo, no hay un sistema de acopio y distribución de los productos veracruzanos.
Anunció que la información detallada se conocerá en el Atlas Agrícola Veracruzano 1960-2022, cuya investigación acaba de concluir y será publicado por la Universidad Veracruzana (UV).
Advirtió que eso ocurriría, "si no corremos la suerte de que nos bloquee la autoridad, por aquello de que frecuentemente señalamos sus errores, falta de un proyecto académico y ausencia de vinculación efectiva con el sector productivo, así como carencia de desarrollo tecnológico para hacer del campo veracruzano el granero de la nación".
El Atlas contiene información de todos los cultivos de la entidad desde 1960 hasta la actualidad, con base en las variables tradicionales de estudio: superficie sembrada, superficie cosechada, volumen, valor, precio, rendimientos físicos y rendimientos monetarios en los 212 municipios. Contiene información también de distritos. A través del Atlas, se conocerán los niveles de especialización y rentabilidad por cultivo y municipios, tanto como las Balanzas Alimentarias que, indicó, prácticamente en todas es deficitaria, salvo en los cultivos comerciales.
Informó que se diseñó una estrategia para crear una generación de empresarios agrícolas, con la información de la obra llamada Nichos de Inversión Agropecuaria y considerando la participación directa de la Universidad Veracruzana (UV) y el sistema de Tecnológicos del estado.
Esta estrategia se hizo como resultado de investigaciones científicas diversas, pero cuando el gobernador Cuitláhuac García Jiménez supo que el doctor estaba al frente del equipo de investigadores," le ganó la soberbia y no permitió que uno de los críticos de este mal gobierno les orientara en la recuperación del sector agrícola veracruzano, situación que sorprendió a los mismos académicos de los tecnológicos, pues el Rector de la UV ni siquiera se enteró, pues estas cosas al parecer no le parecen relevantes".
Agregó que, debido a la crisis agrícola, los precios de los productos que pagan los veracruzanos son muy altos, provienen en gran mayoría de otras entidades, además del sobre precio por transporte, intermediarios y cuota del crimen organizado. Opina que todo ello genera una grave pérdida de poder adquisitivo de las familias veracruzanas. Peor para las más pobres.
Solo para complementar la idea de la crisis agrícola alimentaria de Veracruz, explicó que además del maíz, se produce arroz palay, (2.698 toneladas) cuando el consumo potencial es de 81.432 toneladas, de este se compra cada año 78.733 toneladas, "cuando hace varias décadas éramos superavitarios" y hasta se vendía arroz a los chinos
Del frijol, se produce en casi todos los municipios de la entidad, unas 9.281 toneladas y el consumo potencial es de 61.275 toneladas, lo que significa una compra anual del exterior de 51.994 toneladas.
Finalmente considera que la activación el sector agropecuario precisa reactivar más de 110 cultivos, que consumen los veracruzanos mensualmente. Sería apoyar a los inversionistas privados, ejidatarios, campesinos y productores en general.
Por ello, piensa que la nueva administración de la gobernadora Rocío Nahle García podría impulsar bajo la estrategia de organización social que se propone con inversiones, y se garantizaría un éxito.