Senado de México prohíbe el uso de vapeadores en el país: Ya es delito

México, 11 Dic 2024.- (depositphotos) En una decisión histórica, el Senado de la República Mexicana aprobó una reforma constitucional que prohíbe la fabricación, venta y uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores en todo el país. La votación concluyó con 110 votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones.

La reforma modifica los artículos 4 y 5 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, estableciendo la prohibición de la producción, distribución, comercialización y enajenación de cigarrillos electrónicos, vapeadores y dispositivos electrónicos análogos. Además, se prohíbe la fabricación y distribución de sustancias tóxicas y precursores químicos utilizados en estos dispositivos.

Sanciones y Lugares Prohibidos

Las sanciones para quienes infrinjan esta ley incluyen multas significativas y penas de prisión. La ley también especifica que queda prohibido el uso de vapeadores en todos los espacios públicos, incluyendo escuelas, hospitales, oficinas gubernamentales y medios de transporte.

Llegada de los Vapeadores a México

Los vapeadores llegaron a México a principios de la década de 2010 y rápidamente ganaron popularidad, especialmente entre adolescentes y jóvenes adultos. Según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, alrededor de cinco millones de mexicanos han probado un vapeador, y cerca de un millón son usuarios habituales.

Consecuencias Según Estudios

Diversos estudios han señalado los riesgos asociados al uso de vapeadores. Un estudio reciente de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) reveló que el 80% de los cigarrillos electrónicos analizados excedieron los límites de benceno, y el 45% superó los de tolueno, ambos compuestos altamente tóxicos. Además, el uso de vapeadores se ha relacionado con problemas respiratorios y cardiovasculares, así como con un aumento en el riesgo de cáncer de pulmón y enfermedades neurológicas.

La prohibición de los vapeadores en México busca proteger la salud pública, especialmente la de los jóvenes, quienes son los principales usuarios de estos dispositivos. Sin embargo, la medida ha generado debate sobre si la prohibición total es la mejor estrategia o si una regulación estricta podría ser más efectiva.