El investigador de la Universidad de Colima agregó que crecerá por lo menos a una tasa de 5%, es el primer país exportador y el primero en atracción de inversión extranjera (10% del total mundial), lleva un ritmo sostenido de reducción de la pobreza y ha dinamizado su mercado interno.
"Además de ser el primer captador de divisas y su moneda el yuan ha sido incluida por el FMI entre los derechos especiales de giro, aporta un tercio al crecimiento mundial, saben hacer negocios, y por si fuera poco, poseen la segunda fuerza militar más poderosa del mundo", señaló.
Explicó cómo se transformó la economía de China a partir de la postguerra (1949), "parte de una sociedad eminentemente rural hasta convertirse en una potencia exportadora de manufacturas".
"El cambio se hizo más evidente con la reforma estructural de 1980, cuando establecieron las zonas económicas especiales que fortalecieron la costa este, donde surgieron emporios como Shanghái, Dalián, Hong Kong y Macao, y a partir de 2010 ya es evidente, en gran parte del territorio, el cambio de población rural a población urbana", aseveró.
orozco Plascencia manifestó que en el lapso de 2004-2006 China alcanzó tasas de crecimiento hasta de 14%, y si bien ha descendido a 6.5% es de las más altas del mundo.
Destacó que el problema actual de China es la sobreproducción, por lo cual ha iniciado una nueva estrategia que denominan 'Nueva normalidad', que pone énfasis en la innovación, la calidad de vida, el medio ambiente y la madurez de las instituciones.
El experto resaltó que hacia el exterior, la Iniciativa OBOR (One belt, one road: un cinturón, una ruta) promueve la apertura de mercados "en las dos rutas de la seda, con una influencia muy fuerte sobre los países de Asia del sur, y cada vez más penetrante en África y algunos países de América Latina, entre ellos, México".
Señaló que la abundancia económica del gobierno chino se traduce en créditos para que sus empresas desarrollen en diversos países proyectos importantes y vistosos, como presas, puentes y edificios, para mejorar así la imagen de sus inversionistas en el extranjero.
Consideró que México no se ha distanciado de China, pero está claro que la relación comercial que más le ha favorecido en las últimas décadas es con Estados Unidos y no cree que esa relación vaya a cambiar sustancialmente en el futuro.