Querétaro, 15 de julio 2024 — En un acto de profunda fe y devoción, cientos de peregrinos participan en la 134ª Peregrinación de Querétaro al Tepeyac, recorriendo el trayecto desde Tilaco hasta Otates.
Este evento anual es un testimonio del amor y compromiso de los fieles hacia la Virgen de Guadalupe, uniendo corazones en una jornada de esperanza y espiritualidad.
La Peregrinación de Querétaro al Tepeyac es más que una tradición; es una demostración palpable del fervor religioso que ha perdurado a lo largo de generaciones.
Este año, la columna de los hombres se embarcó en un recorrido lleno de significado, llevando consigo intenciones, promesas y oraciones a la "Morenita del Tepeyac".
El trayecto alcanzó un momento culminante en Otates, donde los peregrinos se congregaron para participar en una misa solemne. La ceremonia, cargada de emotividad, ofreció un espacio para la reflexión y el fortalecimiento espiritual.
Los mensajes pronunciados durante la misa resaltaron la importancia de la fe en tiempos difíciles, alentando a los fieles a mantener viva la esperanza y el amor en sus corazones.
Un Camino de Fe y Comunidad
Caminar juntos, compartir vivencias y rezos, y acompañarse mutuamente en el trayecto, son elementos que definen esta peregrinación. Los peregrinos, provenientes de diversas comunidades de la Sierra de Querétaro, demostraron que la fe trasciende barreras y une a las personas en un propósito común: rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe.
El Mensaje de Esperanza y Amor
Este año, el mensaje predominante es el de esperanza y amor. Los líderes espirituales de la Diócesis de Querétaro hacen un llamado a los peregrinos a llevar consigo la luz de la Virgen a sus hogares, comunidades y corazones.
En sus palabras resuena la convicción de que la Virgen de Guadalupe intercede por todos sus hijos, ofreciendo consuelo y fortaleza.
Testimonios de Fe
Entre los peregrinos se encontraban personas de todas las edades, cada una con una historia de devoción y gratitud. Algunos caminaban por promesas cumplidas, otros por peticiones de salud y bienestar, y muchos más por la simple alegría de estar cerca de la Virgen en esta travesía espiritual que culminará en 15 días al postrarse ante la imagen sagrada en la Basílica de Guadalupe, en el Tepeyac.