El festival reunirá a los restaurantes, fondas y cantinas que han tenido su origen en la delegación, así como a artesanos, talleres y productos sustentables.
En entrevista para Notimex, el jefe delegacional en Azcapotzalco, Pablo Moctezuma Barragán, destacó la tradición culinaria de la demarcación desde tiempos prehispánicos, dijo que el territorio que en la actualidad ocupa la entidad se dedicó a la producción agrícola por lo que abastecía al centro del país.
De manera posterior, con el desarrollo industrial, explicó que se crearon platillos como las petroleras –sope abundante para alimentar a los obreros de la refinería-, además de restaurantes como El Bajío, El Mesón Taurino, Nicos, entre otros, que ya tienen sucursales en otros puntos de la capital del país.
“Azcapotzalco es un nicho de mexicanidad, aquí, se han guardado las tradiciones mexicanas, principalmente la gastronomía”, apuntó el funcionario y aseguró que su territorio y cultura “son el secreto mejor guardado de la Ciudad de México”.
Además, los visitantes del parque, diseñado por el arquitecto Mario Schjetnan, podrán disfrutar de una magna fuente recién restaurada, así como 28 hectáreas de áreas verdes, un lago artificial e isleta, así como montículos, que en conjunto recrean a escala el Valle de México en el siglo XV.
Como parte del evento habrá presentaciones musicales y artísticas, dentro de las que destaca la presentación de una muestra de danza con integrantes del Ballet Folklórico de Amalia Hernández, la Orquesta Sinfónica de Azcapotzalco, el grupo musical Los Dandys y presentaciones de la compañía de teatro delegacional.
En el marco del centenario de la cantina El Dux de Venecia, durante la inauguración del festival, se reconocerá a su propietario, Enrique Diego Escandón, con la medalla Tezozómoc, distinción que otorga la demarcación a personalidades destacadas.
Escandón afirmó que a 100 años de la creación de la cantina, permanece en el gusto de la población del norte de la Ciudad de México y todo gracias al trabajo duro y mantener el sabor y ambiente de las cantinas tradicionales.Dijo que los clientes son la razón para mantener la calidad en la cantina, con tragos como el tradicional Limón, creado en 1965, a base de licor blanco como tequila, ron, mezcal o ginebra y hierbabuena.
Además del sabor de las botanas consistentes en fabada asturiana, chamorros, consomé de carnero, caracoles en mole, entre otros sabores.