La fiesta en la Basílica parece no terminar y el arribo de peregrinos continuará fluyendo a lo largo del día; sin embargo, muchos deben seguir con sus vidas y levantan sus improvisados campamentos en la explanada.
El movimiento es constante, personas llenas de fe y alegría vienen y se van, los restaurantes, más los de comida rápida, muestran largas filas de peregrinos que buscan llevarse algo a la boca ante las extensas horas de camino que enfrentarán para llegar a sus hogares.
Pedro viene con un contingente de 150 personas desde el municipio de Santa María, en Cholula, Puebla, “allá abajo de las faldas del volcán, donde sí hace frío”, por lo que manifestaron que aun cuando anoche sintieron los embates del clima, “aguantaron vara” por amor a la virgen morena.
Todos vienen con mochilas pequeñas, con la imagen de la virgen amarrada y rollos de cobijas atadas; para llegar a la plaza mariana hicieron tres días a pie, los mismos que recorrerán de vuelta a su casa
Elsa llegó con su familia este mismo día a las 3:00 horas, vienen desde Valle de Chalco, hicieron doce horas caminando para llegar a ver a la Virgen de Guadalupe, en la explanada ya no encontraron lugar, así que buscaron dónde resguardarse del frío entre las calles de la Basílica de Guadalupe.
Apenas durmieron, comenta con ojeras adornando sus ojos, y ya vienen a dar las gracias a la virgen y pedir llegar con bien a sus casas, se irán ya en transporte porque tienen que llegar a trabajar.
El despliegue operativo coordinado por las autoridades de la alcaldía Gustavo A. Madero y el gobierno de la Ciudad de México refirió que al corte de las 22:00 horas del martes hubo una afluencia de seis millones 708 mil personas congregadas en espacios públicos en las mediaciones del templo Mariano al norte de la ciudad.
Agregó que hubo saldo blanco y no existieron incidentes; se ofrecieron dos mil 416 atenciones médicas menores y sólo tres personas requirieron traslados para atención hospitalaria; en el transcurso del martes se reportaron ocho personas extraviadas que fueron voceados en los altavoces de la explanada y ya se reencontraron con sus familias.