Anteriormente eran populares problemas como la bulimia y la anorexia, pero en los últimos años están de moda los cuerpos tonificados, atléticos o también conocidos como “fitness”, lo que ha provocado un aumento en el número de casos de la vigorexia.
La vigorexia es un trastorno en el que las personas se obsesionan por la belleza, por los músculos y los cuerpos atléticos, lo que provoca una adicción al ejercicio.
Este trastorno, que ya forma parte de conducta alimentaria, va de la mano con problemas psicológicos y emocionales, no solo de un nutriólogo ya que, al ser un trastorno obsesivo-psicológico, las personas no lo aceptan y requieren de atención especializada.
La experta en nutrición deportiva Maggida Nahle explicó que “la vigorexia es como una anorexia pero al revés, la similitud entre ambos es que los mantiene el mismo eje corporal, es decir, que altera la percepción propia del cuerpo, se ven a sí mismos delgados y sin fuerza”.
Ese trastorno se tiene más identificado en hombres, pero la publicidad, las redes sociales y la moda están estereotipando a la mujer, y si antes era que lo ideal era estar delgadas ahora son más deportivas, atléticas, y esto provoca ver en aumento los casos de vigorexia.
Destacó que este padecimiento se presenta por lo regular en personas que en algún momento tuvieron obesidad o con baja autoestima, que no aceptan su apariencia física, incluso verse al espejo “genera un gran reto o una tortura”.
Pero en muchos casos también puede ser un escape a los problemas o un estilo de vida, incluso se puede desarrollar como un remplazo a una adicción anterior.
Maggida Nahle, que cuenta con experiencia en asesoría nutricional, dijo que “en los gimnasios al menos existen dos o tres de cada 10 personas tienen vigorexia” por lo que insistió en que “debería haber un nutriólogo por cada gimnasio y debería existir una mancuerna nutriólogo y preparador físico”.
Comentó que las personas con vigorexia suelen consumir suplementos alimenticios o sustancias para aumentar masa muscular y rendimiento, lo que genera daños en el organismo que van desde aspectos físicos como existencia de bello facial en las mujeres como atrofia en los testículos en los hombres.
“En un principio, parecen personas fuertes y sanas, pero poco a poco se dañan el hígado, el riñón, el corazón entre otros órganos y huesos, incluso hasta se presentan cambios de ánimo o ataques de pánico”, indicó la nutrióloga de Isagenix México.
Este problema se identifica “porque hay una conducta excesiva, cuando empieza afectaste otras áreas de tu vida, en relaciones sociales y hasta monetariamente”.
Debido a que el tiempo que invierten al gimnasio es mucho y perdieren interés por proyectos personales, laborales y hasta familiares. Realmente, dijo, el cuerpo no necesita tanto tiempo para sacar un musculo, resulta contradictorio ya que el musculo no descansa, se oxida y el único crecimiento es por las hormonas.
Nahle recomendó “estar bien por dentro y por fuera sin pasar los límites recomendados y consumir todos los nutrientes requeridos”.