En entrevista con Notimex, Zaida Nelly, investigadora de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), y el arqueólogo Eduardo Merlo Juárez, coincidieron, por separado, en que es emblemática de México y que cuenta con varias propiedades, además de que su uso es prehistórico.
Al respecto, Nelly Juárez, especialista de la Facultad de Biotecnología de la UPAEP, señaló que llevan a cabo un estudio a dicha planta, en donde buscan que los metabolitos secundarios que tiene la flor puedan ser dirigidos a un órgano del cuerpo en particular mediante nanotecnología biodirigida.
“Ya sabemos mucho de sus bondades, ahora nos falta tratar de que sea más eficiente su uso, a fin de que rinda más y no desperdiciar tanta inflorescencia (de la planta), sino tratar de que rinda mejor y más rápida”, apuntó.
La académica mencionó que en el trabajo de investigación participan, además de ella, la doctora Teresa Palacios Hernández, así como dos tesistas más.
Juárez enfatizó que quieren hacer un convenio de investigación con una universidad de España, debido a que tienen experiencia en las partículas magnética, las cuales pueden ayudar con la biodirección de las nano partículas de la flor de cempasúchil.
“Es lo que nos falta, alguno de los integrantes de la investigación viajará a España para poder terminar la colaboración o mandar las muestras, y esa institución superior se sumará al proyecto”, comentó.
La investigadora originaria de Argentina y naturalizada mexicana resaltó que la flor de muerto o cempasúchil es representativa de México, es maravillosa por donde se le busque, al ser buena para alimentos, para el sector agropecuario al repeler insectos, como un ornamento que adorna los hogares y además tiene propiedades curativas.
Al cempasúchil se le conoce con el nombre científico de Tagetes erecta, antiguamente se sabe de sus propiedades como desparasitante, también como un antimicrobiano y es buena para los hongos y las bacterias, puntualizó.
Zaida Nalley añadió que otras de las bondades que tiene la inflorescencia (debido a que la conforman 20 flores) es en la industria de alimentos al ocuparse como comida para las gallinas y de esa manera la yema de los huevos y de la carne tengan más coloración, lo mismo para los peces, el color de la carne aumenta.
También se puede usar en productos agropecuarios en el control de plagas, incluso se le ocupa para problemas de piel, con las conocidas verrugas, dijo.
Por su parte, el arqueólogo Eduardo Merlo Juárez señaló que el cempasúchil es la flor emblemática de los muertos, al ser antiquísima y la cual se usaba por el color fuerte que tiene el por su olor igualmente intenso.
Refirió que arqueológicamente se encontró en Teotihuacán una flor de cempasúchil de piedra, es tallada en piedra con la calavera en el centro, es decir, el sol de cempasúchil o el sol de muertos, el cual es del siglo 4 de nuestra era.
“El muerto viene encandilado del más allá, distingue el color amarillo o naranja fuerte, y huele la flor; entonces, sigue el camino para su casa, por eso se ha escogido. Es la más fuerte de olor y color de todas las flores”, sentenció.
Merlo Juárez mencionó que también hay flores como el terciopelo, la garra de león, el alhelí, que son las que se ponen en la época del Día de Muertos.
Agregó que otro de los elementos utilizado en las ofrendas y que tiene el mismo tiempo de usarse como la flor de muerto, es el caso del copal, lo anterior al ser una resina que no se echa a perder.
El arqueólogo mencionó que muestra de eso es que hay pedazos de copal que se encontraron en el Templo Mayor, estos se encuentran almacenados, en donde al entrar se detecta el olor intenso, y es copal que se puso de ofrenda del siglo XIV.
Otros de los elementos que ya no se utilizan en las ofrendas o altares es la calabaza en tacha, es de muertos, es una ofrenda al ser un postre, además de los tejocotes y guayabas en almíbar, en ambos casos son los dulces de los muertos, precisó.